Medios rusos informaron que en el fondo del lago Chebarkul, donde cayó el meteorito cerca de los Urales de Rusia, se ha detectado varias anomalías del campo magnético.
Se especula que podría ser una clara señal de que las aguas del lago albergan fragmentos de gran tamaño del cuerpo celeste que se estrelló en la región de Chelíabinsk el 15 de febrero.
La Universidad Federal de los Urales manifestó que seguirá con las investigaciones para saber si se pueden encontrar fragmentos que pueden encontrarse en el lago con el tamaño de 60 centímetros de longitud y 100 kilogramos de peso.