Increíble, una familia de Ciudad Real (España) guardó en su casa un meteorito de 100 kilos durante más de tres décadas pensando que era chatarra bélica.
El meteorito de pequeñas dimensiones (45x31x20 centímetros) fue encontrado en 1980 en un campo por Faustino Asensio cuando se encontraba con su padre cuidando del ganado. En ese momento pensaron que era una pieza sin valor, y aprovecharon incluso su enorme peso para prensar jamones.
Años después, al saber que habían aparecido meteoritos en diversos lugares del mundo, padre e hijo decidieron contactar con el geólogo Juan Carlos Gutiérrez Marco, del Instituto de Geociencias del CSIC (IGEO), que dijo que podría tratarse, efectivamente, de un objeto extraterrestre.
Luego de los estudios realizados, se ha podido establecer que el meteorito contiene "minerales raros como troilita (sulfuro de hierro en nódulos) y schreibersita (fosfuro de hierro y níquel)", lo que sugiere que la caída del meteorito se remonta a tiempos prehistóricos.