Sábado 20 de abril 2024 | Contáctenos
Tras declarar estado de guerra contra Corea del sur se sabe que un día antes, el mismo oficial de Corea del Norte informó a la agencia de noticias que su líder Kim Jong Un había aprobado un plan para preparar los cohetes de espera para atacar objetivos estadounidenses.
En una reunión con los líderes militares la madrugada del viernes, se dijo “él ha juzgado la hora de ajustar cuentas con los imperialistas de Estados Unidos en vista de la situación imperante", informó KCNA.
Los cohetes están dirigidos contra objetivos estadounidenses, entre bases militares en el Pacífico y en Corea del Sur, dijo.
"Si hacen una provocación temeraria con enormes fuerzas estratégicas, (nosotros) se debe golpear sin piedad a la parte continental de EE.UU., su fortaleza, sus bases militares en los teatros de operaciones en el Pacífico, incluyendo Hawai y Guam, y las de Corea del Sur", dice el informe.
Medios estatales de Corea del Norte medios mostraban una foto de Kim reunido con funcionarios militares el viernes. En la foto, el joven líder está sentado, hojeando documentos con cuatro agentes uniformados de pie a su alrededor.
En la pared detrás de ellos, un mapa titulado "Plan para las fuerzas estratégicas para orientar parte continental de EE.UU." parece mostrar líneas rectas que se extienden a través del Pacífico a puntos en el territorio continental de Estados Unidos.
Corea del Sur y Estados Unidos están "monitoreando los movimientos de misiles de corto, medio y largo alcance de Corea del Norte", dijo el portavoz del Ministerio de Defensa surcoreano Kim Min-seok el viernes.
Funcionarios estadounidenses han dicho que están preocupados por el torrente de amenazas provenientes de Pyongyang en las últimas semanas.
"Creo que sus acciones muy provocativas y el tono beligerante, ha incrementado el peligro, y tenemos que entender la realidad", dijo el secretario de Defensa, Chuck Hagel el jueves.
Algunos observadores han sugerido que Washington está aumentando las tensiones en la región, haciendo hincapié en sus exhibiciones de fuerza militar en el umbral de Corea del Norte, como los vuelos de los bombarderos furtivos B-2.
Hagel argumentó en contra de esa afirmación.
"Nosotros, los Estados Unidos y Corea del Sur, no hemos participado en ninguna provocación”, dijo. "Nosotros, con los años, nos hemos comprometido con Corea del Sur en los ejercicios conjuntos. El vuelo del B-2 vuelo era parte de eso".
Washington y sus aliados "están comprometidos con un camino hacia la paz", dijo Hagel. "Y los norcoreanos parecen estar yendo en una dirección diferente aquí".
En medio de la situación incómoda, China, un aliado clave de Corea del Norte, que expresó su frustración acerca de la última prueba nuclear de Pyongyang, también llamó a la calma.
"Esperamos que las partes concernientes puedan trabajar juntos para revertir la situación de tensión en la región", dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Hong Lei el viernes, describiendo la paz y la estabilidad en la península coreana como "una responsabilidad compartida".
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