Miércoles 24 de abril 2024 | Contáctenos
Cuando las llamas salieron disparadas del Hospital Psiquiátrico N º 14 a las 2 am del viernes, la gente en el pueblo de Ramensky se acercaron a la escena sabiendo que los pacientes y el personal médico probablemente estaban atrapados dentro. Pero el fuego arrasó el edificio de madera de73 años de construcción y no había nada que hacer.
Trabajadores de los servicios de emergencia llevaban bolsas para cadáveres después del incendio en la localidad de Ramensky, cerca de Moscú.
Un vecino le dijo a un equipo de televisión. "No se les puede ayudar con un cubo de agua de una zanja. No hubo manguera, sin boca de riego".
La alarma había sonado en la estación de bomberos más cercano a 30 kilómetros de distancia, a través de un canal de la lluvia con un ferry que no funcionará hasta el verano. Así que los bomberos dieron un gran rodeo, y llegaron una hora más tarde.
Por la mañana, en el hospital había más que paredes negras y una hilera de marcos de la cama llena de cenizas. Una portavoz de la Comisión de Investigación, dijo que muchos de los muertos habían sido quemados vivos.
El incendio del viernes, en el que murieron 38 personas, fue un recordatorio de la decadencia y el abandono que afecta a la vida en la mayor parte de Rusia, a pesar de una recuperación económica de la última década, impulsado por el petróleo.
El fuego se capturó la atención del Kremlin temprano en el día, y una corriente de los funcionarios de alto rango fueron enviados a la escena, a unos 70 kilómetros al norte de Moscú. El presidente Vladimir V. Putin, que una vez vio a su casa de verano destruido por el fuego mientras los bomberos luchaban con su equipo, lo calificó como "un recordatorio de que la seguridad debe ser tomada en serio".
Hospital Psiquiátrico N º 14 fue un centro cerrado con personas alojadas con esquizofrenia, retraso mental y de drogas y la adicción al alcohol. Alrededor de la mitad de ellos tomó potentes medicamentos antipsicóticos antes de acostarse para ayudar a dormir, dijeron las autoridades.
Una enfermera se despertó y trató de evacuar a los pacientes, pero fue capaz de llevar una sola mujer, que tenía un diagnóstico de esquizofrenia, a la seguridad. Otro paciente fue por su cuenta. El restante 38 murieron de quemaduras o intoxicaciones por monóxido de carbono, muchos aún en sus camas. Entre ellos, 11 no tenía parientes conocidos, lo que dificulta la identificación de ADN, dijo Veronika Skvortsova, ministra de Salud de Rusia.
"Fue una situación fatal", dijo Skvortsova. "Las personas que estaban junto a la puerta fueron capaces de salvarse a sí mismos".
Los equipos de televisión pululaban Ramensky el viernes, y los aldeanos, a menudo se niegan a dar sus nombres, se quejaron de que los bomberos llegaron tarde y no estaban preparados.
Por la tarde, los fiscales abrieron una investigación criminal, y una oleada de nuevas iniciativas se habían anunciado.
Parlamento ordenó la inspección de los hospitales psiquiátricos, y el jefe del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia propuso la seguridad contra incendios "Subbotniki", en la que los ciudadanos dedican sus vacaciones a los días de la masa, el trabajo voluntario de estilo soviético.
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