Jueves 25 de abril 2024 | Contáctenos
Muerto Javier Diez Canseco pone en dificultad no solo a quienes fueron sus adversarios políticos, sino también a aquellos en quienes depositó su confianza política no hace mucho tiempo.
El rechazo por parte de su familia del arreglo floral enviado por el presidente del Congreso Víctor Isla a la Casona de San Marcos, donde se velan los restos mortales del extinto líder del Partido Socialista, ha puesto también en delicada posición, a quienes en el Congreso lo sancionaron con 90 días de suspensión.
La incomodidad parece campear también en los corrillos de Palacio de Gobierno, donde su principal inquilino, el presidente Ollanta Humala ha escogido hasta el momento el silencio como posición ante la muerte de quien lo apoyó para acceder al poder en el contexto de la campaña presidencial de 2011.
Ante ese hecho, el representante por Lambayeque Yehude Simon Munaro dijo a una radio local que “sería mezquino que el presidente no se pronuncie. Tengo la convicción de que lo hará”, añadiendo que cree que “el presidente Humala tendrá que pronunciarse y lo hará de manera positiva”, Y que por lo tanto está “... seguro porque los propios rivales de Diez Canseco tuvieron palabras elogiosas para él”.
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