Viernes 26 de abril 2024 | Contáctenos
Un nuevo escándalo amenaza a la Casa Blanca. El cotidiano británico The Guardian reveló en su edición correspondiente al 6 de junio que el operador estadounidense Verizon pone a disposición diariamente a la Agencia de Seguridad Nacional (ASN), una de las principales agencias de inteligencia de los Estados Unidos, los registros de llamadas de decenas de millones de abonados.
El periódico tuvo acceso a la ordenanza secreta, que data del 25 de abril, del tribunal federal relativa a la investigación extranjera de los Estados Unidos, que da a la ASN un acceso ilimitado a estos datos entre el 25 de abril y el 19 de julio del presente. Los datos conciernen el lugar, la fecha y la duración de las llamadas nacionales e internacionales, al igual que los números de teléfono que han participado. La agencia, sin embargo, no puede acceder al contenido de las conversaciones.
La vigilancia masiva de los ciudadanos norteamericanos que había caracterizado la era Bush después del 11 de septiembre parece de esta manera que perdura a gran escala bajo la administración del presidente Barack Obama, quien había prometido limitar el control de las escuchas telefónicas sin previo mandato.
En los hechos, la administración Obama ha conservado el programa implementado por la administración Bush con la cooperación de las compañías telefónicas. Aunque la administración Obama ha reforzado el control del Congreso sobre la ley que norma la recopilación de los datos (Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera).
El problema es de envergadura pues todos los usuarios están en la mira, sin distinción. De ordinario, señala The Guardian, las decisiones del FISC apuntan a sujetos sospechosos de estar ligados a grupos terroristas, agentes de países extranjeros o grupos de personas identificadas.
Interrogada sobre este tema, la ASN y Verizon se abstuvieron de dar comentario alguno. “Ignoramos si Verizon es el único proveedor contemplado por este tipo de ordenanza, pero los informes precedentes permiten pensar que la ASN había recibido los informes de las principales redes móviles”, señala el periódico. Resulta difícil saber si la ordenanza que contempla un periodo de tres meses es una decisión puntual o es parte de una larga serie.
Un experto, señala el Washington Post, asegura que este tipo de investigaciones, renovada cada 90 días, existe desde el 2006, sin que por ello este ligada a una investigación particular del FBI o de otra agencia de investigación.
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