Jueves 25 de abril 2024 | Contáctenos
El Ejército egipcio está llevando a cabo un "golpe militar completo", y ha impuesto una prohibición de viaje al Presidente asediado Mohamed Morsi, dijeron las autoridades.
La acción tuvo lugar al finalizar a las 48 horas que los militares dieron a Morsi hace dos días para responder a las demandas de los manifestantes que han llenado las calles del país en los últimos días.
Las calles de El Cairo se ha atascado hoy de nuevo, esta vez con una multitud de manifestantes que compiten pro y anti-Morsi.
En un comunicado publicado en la página de Facebook de la Presidencia egipcia, Essam El-Haddad, asesor de seguridad nacional de Egipto calificó la situación de "un golpe militar completo", en curso y advirtió que sólo conducirá a más violencia.
"Hoy sólo importa una cosa. En este día el golpe de estado puede tener éxito frente a la fuerza popular considerable sin gran derramamiento de sangre. ¿Quién de ustedes está dispuesto a cargar con esa culpa?", escribió.
"Todavía hay gente en Egipto que creen en su derecho a tomar una decisión democrática. Cientos de miles de ellos se han dado cita en apoyo de la democracia y la presidencia. Y no van a dejar en la cara de este ataque. Habrá un considerable derramamiento de sangre y el mensaje resonará en todo el mundo musulmán alto y claro:. la democracia no es para los musulmanes " El-Haddad escribió.
Cientos de miles de egipcios de nuevo han salido a las calles en los últimos días, en protesta por el régimen de Morsi después de un año en el cargo y exigiendo su renuncia. Mientras que la mayoría de las protestas han sido pacíficas, se han producido incidentes de violencia. Al menos 35 personas han muerto, muchos durante un tiroteo en la Universidad de El Cairo el martes por la noche.
El ejército emitió un comunicado hace dos días advirtiendo a Morsi que tenía que hacer algo acerca de los disturbios o tomaría medidas, la creación de un enfrentamiento entre el primer presidente democráticamente electo del país y el ejército poderoso.
El martes, Morsi dio una declaración desafiante en respuesta, y prometió que cualquier intento por parte del ejército para hacerse cargo "llevaría a la guerra civil." Él dijo que no renunciará, aunque le cueste la vida.
"Si el precio de salvaguardar la legitimidad es mi sangre, yo estoy dispuesto a sacrificar mi sangre por la causa de la seguridad y la legitimidad de esta patria", dijo en el país. "No te dejes engañar. No caigas en la trampa. No abandones esa legitimidad. Yo soy el guardián de esa legitimidad".
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