El Papa Francisco se desplazó viajó hoy lunes 8 de julio a isla italiana de Lampedusa, la “puerta de Europa” de los inmigrantes indocumentados que buscan en el viejo continente un futuro mejor, dando muestras de empatía con los inmigrantes y llorar por aquellos que perdieron la vida en las travesías. Denunciando al mismo tiempo la indiferencia global ante estas tragedias.
En el que constituye su primer viaje como Sumo Pontífice, Francisco lanzó una corona de flores al mar en homenaje a los que han caído huyendo de la pobreza y se reunió con inmigrantes que se encuentran en Lampedusa, una localidad a 113 kilómetros de las costas africanas.
Desde ahí el papa Francisco hizo un llamamiento "para que se despierten nuestras conciencias y para que tragedias como las ocurridas no se vuelvan a repetir", denunciando al mismo tiempo "la crueldad que hay en el mundo, en nosotros y en aquellos que en el anonimato toman decisiones socio-económicas que abren el camino a dramas como estos”.
El Papa Francisco tomó la decisión de viajar a esa isla a fin de mostrar su "solidaridad y cercanía" con los inmigrantes, sensiblemente afectado por la muerte de siete norafricanos hace una semana cuando trataban de llegar a costas italianas, y denunciar lo que denominó "globalización de la indiferencia".