Los militantes talibanes han liberado a 248 prisioneros en un asalto a una cárcel en el noroeste de Pakistán, dijeron funcionarios.
Militantes armados con armas automáticas, granadas propulsadas por cohetes, morteros y bombas estallaron los muros de la cárcel de la ciudad de Dera Ismail Khan.
Un enfrentamiento que duró varias horas se prolongó hasta la madrugada del martes. Al menos 13 muertos, entre ellos seis policías.
Los corresponsales dicen que es una gran vergüenza para las autoridades.
Un ataque fue similar se ejecuto a una cárcel en las cercanías de Bannu, en abril del año pasado, en la que fueron liberados cerca de 400 prisioneros.
El asalto talibán llegó el día en que el parlamento elegiría un nuevo presidente. Nunca sabremos si el tiempo fue deliberado, pero ha desconcertado enormemente el gobierno, y una vez más de relieve la capacidad de los militantes para atacar a voluntad.
No había miembros de los talibanes de alto perfil en la prisión de Dera, pero al menos 30 militantes liberados en el asalto son descritos por las autoridades como combatientes talibanes "endurecidos".
El ataque de la cárcel Dera se produce un mes después de que la policía dijo que había arrestado a un grupo de militantes que planeaban lanzar un ataque similar en la Prisión Central de Karachi. Esto es indicativo de una estrategia de los talibanes emergente para romper las cárceles en vez de negociar la liberación de los prisioneros por la toma de rehenes, que han hecho en el pasado.
Los informes también sugieren que la inteligencia había advertido de un atentado inminente en la cárcel hace dos semanas.
El Estado parece no tener la capacidad, y algunos dirían que la voluntad, a controlar a los militantes curtidos.
La cárcel de la ciudad tiene un siglo de antigüedad y se dice que no ha sido diseñada para los reclusos de alta seguridad, pero alberga a cientos de combatientes talibanes y militantes de otros grupos prohibidos.