La Policía Nacional del Perú con el apoyo del Cuerpo Nacional de Policía de España logró identificar, ubicar y capturar, en Lima, a un peligroso pedófilo peruano que actuaba a través del internet y a quien se le atribuye unas 500 víctimas menores de edad de por lo menos cinco países, Argentina, Chile, Perú, España y Ucrania.
Se trata de Arturo Dodero Tello, de 29 años de edad, quien fue detenido en su vivienda ubicada en el distrito limeño de San Juan de Lurigancho, jirón Tahuantinsuyo N° 1000, el último jueves 28 de noviembre, por los agentes policiales de Perú y España, un representante del Ministerio Público y personal de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio del Interior (DIGIMIN).
“Se ha puesto tras las rejas al mayor depravado de habla hispana, que ha venido cometiendo este tipo de delitos en agravio de indefensos menores”, afirmó el jefe de la Dirección Ejecutiva de Investigación Criminal de la Policial Nacional del Perú (DIRINCRI), General PNP César Cortijo Arrieta, durante la presentación de este delincuente ante la prensa.
La identificación y posterior captura de este sujeto fue posible gracias a una paciente investigación de agentes de la División de Delitos de Alta Tecnología de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía Nacional del Perú (DIVINDAT) que duró más de tres meses y el apoyo de policías españoles de la misma especialidad que se encuentran en nuestro país.
Al momento de su captura, Dodero Tello ocultó el disco duro externo de su computadora con todo el material pornográfico de sus víctimas, pero tras el registro minucioso del inmueble, los efectivos policiales hallaron el material escondido en un orificio detrás de la cama de una de las habitaciones de su vivienda.
Según las investigaciones, esta persona, a través del internet y un correo electrónico creado en Argentina, se hacía pasar como un menor de edad para sorprender y entablar amistad con sus víctimas, niños, niñas y adolescentes.
Luego, después de ganarse su confianza, los orientaba a dejarse tomar fotos y grabar videos en prendas íntimas, para después chantajearlos y obligarlos a tomarse fotos o filmarse desnudos o practicando execrables actos de zoofilia.
En la intervención, Dodero no opuso resistencia pero sí se negó a entregar la clave del disco duro; pero con las evidencias halladas por personal de DIVINDAT en el sistema informático (programas), optó por confesar la contraseña. Tras ello, las autoridades constaron cientos de archivos pornográficos (de fotos y videos) de sus víctimas.
Este delincuente, según las investigaciones, formaría parte de una organización criminal internacional de pedófilos y pederastas, por lo que era buscado por las autoridades policiales de diversos países.