Viernes 19 de abril 2024 | Contáctenos
Un programa secreto de la CIA ha ayudado al gobierno de Colombia a matar al menos dos docenas de líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de ese país, la insurgencia rebelde también conocida como las FARC, según un informe del Washington Post.
La Agencia de Seguridad Nacional también ha proporcionado "ayuda de espionaje sustancial" para el gobierno de Colombia, según el Post. Y los EE.UU. proporcionó equipo GPS que se puede usar para transformar las municiones regulares en las "bombas inteligentes" que tienen precisión en objetivos específicos, incluso si se encuentran en las selvas densas.
En marzo de 2008, las fuerzas colombianas mataron a un comandante de las FARC superior, Raúl Reyes, en uno de los varios campamentos de la selva de los rebeldes que operan en Ecuador, al otro lado de la frontera. El artículo del Post dijo que Colombia utilizó bombas inteligentes de fabricación estadounidense en la operación.
El informe se basa en entrevistas con más de 30 antiguos y actuales funcionarios estadounidenses y colombianos, que el Post dijo que habló en condición de guardar el anonimato porque el programa es clasificado y permanente.
La CIA no hizo comentarios sobre el informe. Sin entrar en detalles, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo al Post que la CIA ha sido "de ayuda", proporcionando a las fuerzas colombianas "una mejor formación y el conocimiento".
El programa multimillonario fue financiado en secreto y por separado de $ 9 mil millones en la ayuda que los EE.UU. ha proporcionado abiertamente a Colombia, principalmente en ayuda militar. Fue autorizado por el presidente George W. Bush y ha continuado bajo el presidente Barack Obama, informó el diario.
El gobierno y las FARC de Colombia han participado en las conversaciones de paz en La Habana desde finales de 2012, pero no ha habido un alto el fuego entre las dos partes. A principios de este mes Santos culpó a los rebeldes por un ataque contra un puesto de policía en el que murieron nueve personas, entre civiles, militares y un oficial de policía.
Los rebeldes de las FARC tomaron las armas en 1964. La escalada militar respaldado por Estados Unidos ha reducido las filas de las FARC a unos 9.000 combatientes y matado a varios comandantes superiores, aunque los rebeldes insisten en que siguen siendo una fuerza potente.
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