Martes 30 de abril 2024 | Contáctenos
Brasil aún no se había recuperado de la devastación de la reciente oleada de intensas lluvias, inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra que han matado a más 40 y desplazado a más de 50.000 personas en dos estados del sureste.
Tanto la Guardia Nacional y el ejército de Brasil han sido llamados para ayudar en los esfuerzos de rescate en los estados de Minas Gerais y Espírito Santo.
Las fuertes lluvias que comenzaron a caer la semana pasada, han causado inundaciones y deslizamientos de tierra peligrosos.
El estado más afectado, Espirito Santo, ha estado bajo el estado de emergencia desde el sábado.
Mientras que la mayoría de los residentes desplazados de sus hogares han encontrado refugio con familiares y amigos, en Espirito Santo autoridades solo han tenido que albergar a más de 4.500 personas.
Los deslizamientos de tierra han destruido hogares, incluso enterrando algunos residentes vivos.
En los últimos días, los equipos de rescate encontraron las víctimas enterradas empujando la cifra de muertos.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien visitó Espirito Santo el martes, dijo que salvar vidas es la prioridad N º 1.
"Hay que salvar a la gente y luego que se les garantice refugio. Esto es lo que haces en la hora de afrontar un desastre. La primera y más importante prioridad, lo que es más precioso, es la vida humana. Eso es lo que nos preocupa salvar primero", dijo Rousseff.
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