Sanción contra Luis Suarez: O la justicia al estilo FIFA

La Federación Internacional de Fútbol Asociado, la todopoderosa FIFA, a través de su brazo normativo, la, ahora si sabemos, implacable Comisión de Disciplina, hizo conocer finalmente, ayer 26 de junio, su veredicto sobre el mordisco que Luis Suarez, el engreído de los alrededor tres millones de uruguayos, le habría infligido al defensor italiano Giorgio Chiellini, en el encuentro que escenificaron uruguayos e italianos en el Das Dunas en la jornada de cierre de su llave mundialista.

De nada valieron las palabras del mismísimo presidente uruguayo, José “Pepe” Mujica, quien había señalado pocas horas antes de conocerse la durísima sentencia que él no había visto que el héroe deportivo de su país había mordido a alguien. La poderosísima comisión del ente rector del fútbol mundial anunció que “El Pistolero” no podría, si de disparos al arco rival se trataba, hacer gala de su puntería en lo que queda del Mundial que la FIFA desea un digno ejemplo, por decir algo, de Fair Play.

¡No! Luis Suarez, se señala en la sentencia, no solo no podrá llevar sobre sí en nueve oportunidades la gloriosa camiseta Celeste, tampoco podrá realizar durante cuatro meses ninguna actividad ligada a lo que más le gusta: jugar al fútbol. E incluso le está prohibido ingresar a escenario deportivo alguno donde se practique el deporte rey. Además de eso, por si no fuera poco, tendrá que depositar a título de multa algunas buenas decenas de miles de euros, 82 mil para ser más exactos, a las arcas de la FIFA. Todo: porque le habría clavado los dientes en el hombro a su cancerbero de turno en el match que se ha convertido en el de su despedida del Mundial Brasil 2014.

Razón, mucha razón, tiene Diego Armando Maradona cuando les pregunta indignado a los miembros de la Comisión de Disciplina “¿Quién se creen que son ustedes para sancionar a Luis Suárez?”, y luego añadir que la penalidad contra el providencial jugador charrúa es "una sanción injusta, una cosa de mafia increíble". Más certero no ha podido ser esta vez “El Pelusa”, pues motivos no le faltan: ¿qué pruebas han esgrimido los censores de turno en el proceso sumario seguido a la estrella uruguaya? ¿No serán acaso las mismas imágenes que todos, al igual que ellos, hemos visto: a partir de las cuales nada de definitivo se puede inferir? En fin...

Esto es en verdad una desvergüenza. En una Copa del Mundo, de dudoso lustre, en la que “errores” de arbitraje han puesto en cuestión la integridad normativa de los colegiados internacionales a cargo de la dirección de los encuentros, la actitud de la Comisión de Disciplina de la FIFA deja mucho que desear para los que deseamos que si justicia tiene que haber, pues que esta sea para todos y no como lo que venimos de ver. Atentando contra el presente y futuro deportivo de un “país pequeño”, tal como dice indignado su presidente, como es Uruguay.

Colombia, señores de la FIFA, al igual que ninguna otra escuadra a estas alturas del mundial carioca necesita de un favor como tal cuando se tiene que medir con un rival como Uruguay. Para esto, no necesitan Suarez menos: pueden echar mano de sus recursos futbolísticos y, dando cara a un Uruguay completo, salir airosos. Ustedes con su mal e injusto proceder deslucen aun más un torneo que necesitaba otro tipo de actitudes, por qué no decirlo incluso desde fuera de los gramados, para convertirse en un evento que con el paso del tiempo, cuando miremos hacia atrás y lo recordemos, no suscite indignación al traer a la memoria un acto de justicia de dudoso estilo.