Hace poco más de un mes, el 10 de junio de 2014, los combatientes del Estado Islámico en Irak y el Levante tomaron por las armas Mosul, la segunda ciudad en importancia en el convulsionado Irak; esto, antes de lanzar la ofensiva contra la capital Bagdad y el oeste del país.
A la amenaza de implosión efectiva del estado iraquí hay que añadirle la estructuración de un gran corredor yihadista que une territorios iraquíes con Siria, país vecino que se encuentra sumido en una guerra fratricida desde hace 3 años.
No está demás decir, pruebas al canto, que el territorio bajo control de los yihadistas podría dar una nueva configuración al mapa de esta región bajo tensión. Una situación, sin duda alguna, extrema.
¿Cómo se ha llegado a esta situación?
En este contexto, la pregunta lógica está orientada a encontrar una explicación de cómo se llegó a esta situación, o concretamente: ¿cómo se puede explicar el empoderamiento del llamado Estado islámico de Irak y el Levante, el EIIL?
A fin de avanzar una respuesta es necesario recordar que el EIIL es un movimiento yihadista que nació en Irak. En el año 2004, el jordano Abu Musab al Zarqaui funda Al Qaeda de la Mesopotamia a fin de combatir a las fuerzas de ocupación norteamericanas, algo que dado el contexto pudiera haberse entenddido, con el paso del tiempo se transformó en una pesadilla dado los excesos en los que incurría en forma recurrente Zarqaui.
Abu Musab al Zarqaui, quien murió en 2006 bajo el fuego de un ataque norteamericani, fundó lo que sería el EIIL en 2004
De tamaña envergadura que Zarqaui, muy violento y sectario, fue expulsado por la población de confesión sunita, e incluso por Al Qaeda mismo. Abu Musab al Zarqaui murió dos años después de haber fundado la organización predecesora, al menos en nombre, del EIIL, en 2006, Fue víctima de un ataque aéreo norteamericano.
A partir del año 2007, el movimiento resurge bajo el apelativo del Estado Islámico de Irak, pero bajo la presión creciente del ejército norteamericano, al igual que la del ejército iraquí y el proveniente de las milicias sunitas, las fuerzas yihadistas se replegaron en las provincias de Anbar y Nínive, localizadas al oeste de Irak.
Marginalizado en su patria de origen, el Estado Islámico de Irak sin embargo aprovecha ese periodo de repliegue para reciclarse en territorio sirio. Una tierra que se halla sumida en la guerra civil desde el 2011; un conflicto entre el poder Alauita de la familia Assad y los grupos rebeldes provenientes de la mayoría sunita.
En ese contexto de yihadistas extranjeros desplazados desde Egipto, Jordania, Arabia Saudita, al igual que de Irak, aprovechando de la permeabilidad de las fronteras sirias, ingresan a territorio sirio a fin de apoyar a los rebeldes luchan contra las fuerzas gubernamentales.
Luego de apoyar a un grupo yihadista sirio denominado Jabat Al Nosra, el Estado Islámico de Irak, transformado ahora en el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), continúa con la labor de enviar a sus miembros al norte de Siria. Pronto el movimiento se hace conocido como el grupo yihadista más violento.
Algo que les mereció el rechazo del Ejército Libre de Siria, el que acusó al EIIL de haberse apropiado de su revolución y haberlos colocado en mala posición frente a otros grupos yihadistas. A pesar de ello, los combatientes del EIIL logran permanecer e implantarse en varias ciudades sirias, en particular en Rakka.
Mientras tanto, al otro lado de la frontera, el gobierno chiita iraquí de Nuri Al Maliki prosigue con su política orientada a marginalizar a la población de confesión Sunita. En 2013 esta se subleva, situación ideal para el EIIL a fin de regresar con fuerza al territorio de Irak.
Los atentados y los ataques a las prisiones se multiplican, en particular a la de la ciudad de Abou Ghraib. Para enero de 2014, el EIIL controla ya parcialmente la ciudad de Ramadi y completamente la de Falluja; esta última ubicada a 60 kilómetros al oeste de Bagdad. Cinco meses después es el turno de Mosul y de amplias zonas en el norte y el oeste iraquí.
Riesgo de implosión
El riesgo de implosión de Siria e Irak, sociedades estructuradas sobre bases comunitarias, se fortalece. En ambos países, el EIIL se apoya en el resentimiento de las vastas comunidades de confesión sunita, una población confrontada a poderes chiitas o en relación a esta comunidad. Se ajusta a la verdad señalar que, en particular, la situación de Irak evoluciona a la de un conflicto de orden confesional, pues mientras las tribus de confesión sunita apoyan al EIIL, la mayoría de confesión chiita organiza y forma milicias en aras de combatir y repeler el ataque de los yihadistas.
A fines de junio de este año, el Estado Islámico de Irak y el Levante adoptó simplemente el nombre de Estado Islámico y proclamó ante el mundo la instauración de un Califato en los territorios bajo su control: desde Alepo en Siria hasta la provincia de Diyala al este de Irak. Su jefe, Abu Bakr al-Baghdadi, se convertiría así en el Imán de todos los musulmanes diseminados a lo largo y ancho del planeta, un título, en desuso desde el final del Imperio Otomano en 1923, que designa al sucesor del profeta Mahoma.
Abu Bakr al-Baghdadi, líder del llamado Estado Islámico, jefe del Califato que los yihadistas implantarían en los terrirorios que controlan
En medio de ese caos, los kurdos que componen entre el 15 y 20 por ciento de la población iraquí podrían recuperar algo para sí gracias a la situación reinante. Disponiendo ya de un territorio autónomo, el Kurdistán Iraquí, la debilidad del poder central iraquí podría acelerar el proceso de secesión. Al igual en Siria, la minoría kurda, contraria y hostil tanto al régimen de Assad como a los yihadistas, está tentada por lo mismo.
Nos encontramos en toda evidencia ante una nueva situación que podría desaparecer las fronteras establecidas desde hace un siglo a raíz del Tratado de Sykes-Picot firmado entre Inglaterra y Francia el 16 de mayo de 1916 a fin de dividir los territorios del Próximo Oriente en caso de que los imperios centrales saliesen perdiendo al final de la conflagración mundial entre 1914 y 1918, algo que al final sucedió.