La noticia da la vuelta al mundo. En la norteña Trujillo, la policía peruana incautó 7.6 toneladas, 7 mil 600 kilos, de cocaína. El valor de la mercancía cuyo destino final era España y Bélgica: 300 millones de dólares, según lo informado por el ministro del interior, Daniel Urresti.
“Es el decomiso de droga más grande que se ha dado en Perú. Es histórico. Nunca se ha dado un golpe tan fuerte como éste al narcotráfico”, resaltó el encargado de la cardera del interior en un comunicado en el que anunció el golpe contra el narcotráfico.
El cargamento de droga, de acuerdo a la investigación preliminar, iba oculto entre pedazos de carbón. Algo que se pudo constatar producto de la investigación que inició la policía peruana hace seis semanas, debido al hecho que tanto España como Bélgica no compran carbón a Perú.
Los miles de bloques de cocaína incautados serán trasladados el próximo lunes 1 de septiembre a Lima en un avión militar Hércules, no está demás decir bajo una fuerte custodia de la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas y el Ministerio Público.