Viernes 19 de abril 2024 | Contáctenos
La presidenta de Chile Michelle Bachelet ha condenado un atentado en un centro comercial en una estación de metro ocupado en la capital Santiago ayer lunes.
El ataque, en el que 14 personas resultaron heridas, es uno de los peores desde que se restableció la democracia en 1990.
Bachelet calificó como un "acto terrorista, uno de los más cobardes que hemos visto".
Ha habido alrededor de 200 ataques con bombas en Santiago en los últimos diez años, con grupos anarquistas que reclaman la responsabilidad de muchos de ellos.
Nadie ha admitido hasta ahora llevar a cabo este último bombardeo.
La presidenta dijo que iba a convocar a una reunión de su comité de seguridad hoy martes para decidir cómo proceder.
"Lo que ha pasado es horrible, un acto abominable, pero Chile es y seguirá siendo un país seguro", dijo Bachelet.
El artefacto explosivo estalló a la hora del almuerzo en un restaurante de comida rápida en un centro comercial subterráneo en la estación de metro Escuela Militar.
Cerca de 150.000 personas pasan por la estación de diario.
Joanna Magneti, quien trabaja en el centro, describió la escena:. "Yo estaba almorzando cuando sentí la explosión Cuando fui a ver qué había pasado, vi un montón de humo, gente corriendo y gritando, un joven que resultó gravemente herido y una mujer con una mano lesionada ".
Tres personas resultaron gravemente heridas en la explosión, y otras 11 también están siendo tratadas.
Bachelet dijo que era "uno de los actos más cobardes que hemos visto porque tenía como objetivo para mutilar, sembrar el miedo e incluso matar a personas inocentes".
El ministro del Interior de Chile, dijo que la madre Bachelet, Angela Jeria, había estado en la zona en el momento que la bomba estalló.
Él dijo que había estado de compras en el centro, pero no había sido herida. Sin embargo, no indicó si ella pudo haber sido el objetivo del ataque.
La policía dijo que el artefacto explosivo había sido colocado en un cubo de basura.
Funcionarios de Metro dijeron que iban a quitar los contenedores de las estaciones clave como medida de precaución.
Ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo dijo que el gobierno "no descansaría hasta que los responsables están tras las rejas".
Bombas anteriores que se ponen fuera de los bancos y otros objetivos en la capital, tales como estaciones de policía, cuarteles del ejército, y la sede de los partidos políticos han sido cronometrados para que estallen de noche, cuando las calles están vacías, y sólo un puñado de transeúntes han resultado heridos, ninguno de gravedad.
Bachelet dijo que iba a invocar las leyes antiterroristas de Chile que permite la detención prolongada de sospechosos sin cargos y sentencias más largas en la convicción.
Sr. Peñailillo dijo que la seguridad en las estaciones de metro se incrementaría y pidió a los residentes a reportar cualquier cosa inusual.
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