Ataques racistas y sexistas contra Najat Vallaud-Belkacem, la Ministra de la Educación Nacional en Francia

 
"La Ayatollah", títuló la carátula de su última edición la revista francesa Valeurs actuelles

Todo indica que la francesa de origen marroquí Najat Vallaud-Belkacem, de 36 años, flamante ministra de la Educación Nacional en Francia, no es del agrado de la extrema derecha y de algunos sectores de la llamada derecha moderada en el hexágono. La prueba: desde que se ha hecho cargo, hace dos semanas, de esta importante cartera, la joven líder socialista ha sido objeto de ataques racistas y sexistas, para lo cual no solo se han utilizado los medios de comunicación tradicionales, sino también, no con poca malicia, algunas redes sociales.

Para empezar, Minute, revista de la extrema derecha gala, ha catalogado el nombramiento de esta mujer nacida en la comuna de Beni Chikar, ubicada a tan solo 4 kilómetros de la ciudad española de Melilla, en el norte de Marruecos, como una “provocación”, señalando en la portada de su última edición el hecho de que se trata de “una marroquí en el ministerio de la Educación Nacional”; qué duda cabe, trayendo a colación el país en el que la política francesa vino al mundo el 4 de octubre de 1977; 5 años antes de emigrar a Francia, junto con su madre y su hermana mayor, a fin de reunirse con su progenitor que trabajaba en calidad de obrero en el sector de la construcción civil.

Al parecer, a la revista considerada vocera oficiosa de la extrema derecha del país que se desea, no sin buenas razones, el del “igualitarismo republicano”, poco importa si la joven socialista, de extracción humilde, constituya una prueba adicional de lo que en Francia podría lograrse si de capacidad y carácter se trata a la hora de encarar el porvenir. El hecho de que haya realizado en forma sobresaliente estudios primarios y secundarios en la norteña ciudad de Amiens, y que luego haya cursado estudios nada menos que en el Instituto de Estudios Políticos de París, uno de los centros de formación faro en Francia, poco importa, o mejor dicho nada: se trata de una “Berebere de Marruecos, de una musulmana por tradición”, señala la publicación.

La ahora Ministra de la Educación Nacional de Francia, en Rabat, Marruecos, en abril de 2013, con la cabeza cubierta con un foulard, algo que pone fuera de sí a la ultraderecha francesa, y a algunas individualidades de la llamada derecha moderada en el país galo.

Al igual que de “una enconada propagadora de la teoría de la ‘inexistencia de género’”, en clara alusión, esto más allá del hecho de que se pueda o no estar de acuerdo con su “ABCD de la Igualdad” entre hombres y mujeres que propuso en su paso por el del Ministerio del Derecho de las Mujeres “a fin de luchar contra las desigualdades en términos de trato, éxito escolar, orientación y carrera profesional”. Algo que, según ella, constituía un hecho concreto al que había que afrontar para que “desde la más tierna edad se luche contra esas desigualdades (…) actuando a nivel de las representaciones de los estudiantes y las prácticas de los actores en el campo de la educación”.

Un menú de iniciativas muy poco del gusto también de Valeurs Actuelles, otra de las revistas emblemáticas de ideas de derecha, que en su última edición la calificó de “Ayatollah”. Un adjetivo cuya connotación no puede ser menos que evidente, pero que el director de la publicación, Yves de Kerdrel, trata de relativizar aduciendo para ello incluso una relación “personal” con la agraviada, negando todo tipo ataque racista al encuentro de la política gala. Llegando al punto de declarar en un medio de comunicación francés que se siente “apenado por la asimilación que se pueda hacer entre que señaló su revista y lo señalado por Minute que atacó los orígenes de Najat Vallaud-Belkacem (subtitulando, "Une marroquí musulmana en la Educación Nacional”)”, puntualizando que su carátula sobre la "Ayatollah" hace únicamente referencia a su sectarismo en lo que concierne a temas sociales” (?).

Najat Vallaud-Belkacem y su mentora en la arena política, la excandidata presidencial Segolene Royal, en mayo de 2012

Pero eso no ha sido suficiente en contra de Najat Vallaud-Belkacem. Falsos rumores también circulan en Facebook y Twitter. Por una parte, se ha propalado una carta apócrifa en la que la Ministra solicita que se imparta una hora de clase de árabe por semana en las escuelas francesas a fin de mejorar, sería su deseo, las relaciones a nivel comunal. Por la otra, circula también una tarjeta de identidad francesa que constituiría la “prueba” que una tal -la Ministra de la Educación Nacional- “Claudine Dupont” adopta una identidad árabe de miras a impulsar su trayectoria en el campo de la política. Una utilización antojadiza de una declaración de la excandidata presidencial socialista Ségolène Royal en el marco de una entrevista concedida en julio de 2012 al magazín francés Le Point. “De llamarse Claudine Dupont ella no estaría quizás en este lugar. Ella debe asumir su identidad y sentirse orgullosa”, dijo entonces quien ahora se desenvuelve en el Ejecutivo francés como Ministra de Ecología y Desarrollo Sostenible, luego de sostener que siempre "había deseado contar con obreros, excluidos, jóvenes provenientes de origen diverso” en torno a ella, señalando que “Najat” debe “aceptar de estar aquí por eso”.

Los ataques contra Najat Vallaud-Belkacem, como si esto no fuese suficiente, provienen asimismo de los rangos de individualidades de la derecha políticamente correcta. Filas desde la que Isabelle Balkany, Teniente Alcalde de la comuna de Levallois-Perret, en el departamento de Altos de Sena, en la Región Parisina, sin verificar la autenticidad de la carta sobre “la clase de árabe”, la retwittió e hizo circular como si esta fuera cierta. Para cuando ella se dio cuenta de que la carta era falsa, ya era demasiado tarde; el texto se había viralizado y hecho camino en el ciberespacio. Y no poco daño.

Najat Valluad-Belkacem, de extracción humilde, nació en Marruecos en 1977 (Foto: France 24)

Frente a esta escalada mediática -en la que ataques sexistas como el twitter enviado por Franck Keller, regidor de Neuilly-sur-Seine, el bastión municipal de Nicolas Sarkozy, en el que pregunta “qué atributos persuadieron a Hollande para darle un gran ministerio” no faltan-, la joven política francesa ha atinado por el momento a interponer tan solo una demanda judicial. Sin dejar para esto de lado la ironía al referirse al magazín Minute, jugándole una broma de corte intelectual. Comprar Minute, dijo Najat Vallaud-Belkacem, resulta más rentable que comprar libros del filósofo existencialista Jean-Paul Sartre, “Por el precio de un ejemplar de Minute uno obtiene tanto La Nausea y Las Manos Sucias”; haciendo referencia a dos de las numerosas obras publicadas por el filósofo francés en 1938 y 1948 respectivamente. Algo, mejor que nada, a la hora de defenderse contra lo peor de lo que se es capaz en la política francesa.

PH