Al igual que los dos periodistas estadounidenses secuestrados en Siria, James Foley y Steven Sotlof, y del cooperante británico David Haines, el verdugo del Estado Islámico ajustició en forma barbara al guía de montaña francés francés Hervé Gourdell de 56 años, quien en el momento de su captura se encontraba en Argelia en el marco de una caminata en el macizo Djurdjura.
Hervé Gourdel constituye en esta forma la primera víctima francesa en la guerra contra la organización terrorista. El grupo yihadista había amenazado dar muerte contra ciudadanos franceses luego de que Francia anunció su participación en los ataques contra las bases del Estado Islámico en territorio sirio. Miembros de “Los Soldados del Califato” (Jund al-Khilafah), agrupación adscrita al Estado Islámico, fueron los que dieron muerte a Gourdel.
“Hervé Gourdel ha sido ajusticiado porque era francés, porque su país combate el terrorismo”, dijo el presidente francés Francois Hollande en la Naciones Unidas, añadiendo que "esta agresión contribuye a reforzar mi determinación (...) Francia no cede ante el terrorism, Francia no cederá jamás ante el terrorismo, porque es su deber e, incluso, porque está de por medio su honor": en clara respuesta al “mensaje de sangre a Francois Hollande” enviado por el grupo yihadista para informar sobre el ajusticiamiento del ciudadano que hasta tan solo una semana se encontraba, antes de partir para Argelia, en su hogar de Saint Martin Vésubie, en la región de los Alpes Marítimos.