Ricardo Sánchez Serra, ferviente defensor de la causa saharaui
Ricardo Sánchez Serra es periodista, miembro de la Prensa Extranjera. Es ardoroso defensor de la causa saharaui, por la que ha sufrido hostigamiento de la embajada marroquí. Accedió a ser entrevistado por GENERACCIÓN y no se calló nada. Critica la tibieza de las Naciones Unidas frente a Marruecos y muestra su desazón por la postura de la Cancillería peruana, porque no repara la injusticia cometida por Montesinos contra los saharauis.
¿Por qué defiende causas tan lejanas y no aquí en Perú?
Dios encarga a sus hijos causas inimaginables. Nadie le preguntará por qué envió a la Madre Teresa a Calcuta y no a las serranía o selva del Perú. O por qué puso a Gandhi en la India, a Malala en Pakistán o a Fray Junípero Serra en California.
¿Cómo se interesó en la defensa de los saharauis?
Un periodista me llamó y me comentó que si conocía el tema saharaui. “¿Saha qué? Le pregunté” y me dijo que podría enviarme material informativo. Le expresé que todavía no y que investigaría primero. Quería empaparme en fuentes independientes.
¿Qué lo convenció?
Y convencería a cualquier persona racional, justa y defensora del derecho: el dictamen de la Corte Internacional de Justicia de La Haya del 16 de octubre de 1975 y numerosas resoluciones de las Naciones Unidas.
¿Qué señala el dictamen?
Es categórico: “La conclusión del Tribunal es que los materiales e información presentados a él no establecen ningún vínculo de soberanía territorial entre el territorio del Sáhara Occidental y el reino de Marruecos o la entidad mauritana”.
¿Y las reivindicaciones territoriales de Marruecos?
Quedaron zanjadas con el dictamen de la Corte. No tienen ninguna razón valedera para apoderarse de un territorio que no es el suyo.
¿Cuándo empieza el problema?
En 1975, moría Franco y España se apresuró a entregar el territorio -del entonces Sáhara Español y ya provincia número 51 de España- a Marruecos y Mauritania mediante los ilegales Acuerdos de Madrid.
¿España entonces abandona a los saharauis?
Lastimosamente sí. En realidad los traiciona, porque juró defenderlos y prometió la autodeterminación. Por eso las Naciones Unidas la sigue considerando como potencia administradora y ninguna nación del mundo reconoce la invasión marroquí, que fue condenada por la comunidad internacional.
Marruecos y Mauritania se reparten el territorio. Marruecos bombardea con fósforo blanco y bombas de racimo a la indefensa población saharaui, que huye despavorida y se asienta en los campamentos de refugiados de Tinduf en Argelia, desde hace ya 39 años.
Mauritania se retira luego…
El Frente Polisario, único movimiento de liberación de los saharauis, reconocido por Naciones Unidas, derrota militarmente a los mauritanos, que firman un tratado de paz y se retiran, pero Marruecos por su fuerza militar ocupa todo el territorio.
¿Qué hace la ONU?
Condena la invasión marroquí y reitera que el Sáhara Occidental debe descolonizarse y realizarse un referendo para que el pueblo saharaui logre su autodeterminación. Entretanto, el Frente Polisario realiza una guerra de desgaste. Marruecos construye el muro militar más largo del mundo, de 2720 kilómetros.
Nadie conoce el muro…
Porque Marruecos impone un silencio informativo y hasta se burla cuando se habla del tema.
¿Lo niegan?
Es innegable, lo puedes ver hasta en Google Maps. Lo defienden más de 120 mil soldados marroquíes, hay zanjas antitanque, radares y han enterrado entre cinco y diez millones de minas. Me pareció francamente ridículo que un director de la Agencia Marroquí de Noticias (MAP) me indique que el muro fue construido para evitar que se roben a los niños desde Argelia y los lleven a Cuba y España.
¿En serio?
Sí y como testigo estaba una congresista y su esposo. Me sorprendí por su argumento y me reí.
El muro detuvo los ataques saharauis…
No. Siguieron atacando con valentía, hasta que Marruecos no pudo más y aceptó un alto al fuego promovido por las Naciones Unidas en 1991
¿Qué pasó luego?
Marruecos se comprometió a realizar un referendo en seis meses, que incumplió. Hasta se había instalado la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (Minurso). De la promesa ya pasó 23 años. Entretanto, más de 200 mil saharauis viven en los campamentos con la ayuda humanitaria internacional. La ONU propició negociaciones.
¿En qué estado se encuentran?
Hubo varias rondas de negociaciones, pero Marruecos las torpedea.
¿Cómo?
No quiere que se realice el referendo de autodeterminación de los saharauis, por eso todo está estancado y además desaira a los representantes del Secretario General de la ONU, como el embajador Christopher Ross y la nueva jefa de la Minurso Kim Bolduc.
¿Y cómo reacciona la ONU?
Tibiamente. Si bien sigue apoyando la autodeterminación del pueblo saharaui, tiene miedo que Marruecos patee el tablero y trata de contentarlo con algunas declaraciones diplomáticas lisonjeras. Además, el Consejo de Seguridad de la ONU no ayuda porque Marruecos tiene aliados incondicionales e irrazonables como Francia.
Fíjese que en los territorios invadidos por Marruecos la población civil saharaui sufre las más horrendas violaciones a los derechos humanos y el Consejo de Seguridad es incapaz de otorgarle a la Minurso prerrogativas de defensa de esos derechos.
¿Cuál es la fuerza de Marruecos?
Hay que señalar que en Marruecos no hay democracia. Hay un rey feudal, Mohamed VI, que decide todo, hasta la vida de sus súbditos. Por más que maquillen la nueva Constitución, el rey es la última palabra. Véase el Título Segundo y verán los poderes omnímodos del monarca. No es un reinado moderno, es más bien de la Edad Media.
Volviendo a su pregunta, Marruecos es un país pobre que vive del turismo, de la exportación de tomates y de la expoliación de los recursos naturales saharauis como el fosfato, la venta de arena y el mejor banco pesquero del Atlántico. Es aliado de Francia, que tiene a 36 de sus 40 grandes empresas invirtiendo en ese país. Tiene chantajeada a España por Ceuta y Melilla que amenaza invadir de cuando en cuando y de abrir las puertas con la inmigración ilegal a Europa, además de inundarla de hachís, droga del cuál es primer productor mundial. Hasta amenaza con terrorismo. Esas son sus armas.
Igualmente, no hay que olvidar su política de sobornos. En Estados Unidos, en los últimos años, ha gastado más de 24 millones de dólares en lobbies. Una ex ministra francesa denunció la política de sobornos de Marruecos y así en cada país.
¿Y en el Perú?
Los sobornos disfrazados son en forma de viajes con todo pagado a congresistas, periodistas e intelectuales. Cocteles, cenas, almuerzos en la embajada. Es una vergüenza que se vendan por un plato de lentejas. Se menciona que a algunos invitados claves usan la “política del sobre”, es decir, los invitados a Marruecos encuentran debajo de su almohada en el cuarto del hotel un sobre conteniendo mucho dinero. Así compran conciencias. De otra manera no se explica cómo apoyan a Marruecos, que no tiene la razón, ni argumentos para haber invadido el Sáhara Occidental. Esa gente disfruta con el derramamiento de sangre saharaui.
Los marroquíes han ofrecido una autonomía a los saharauis. ¿Por qué no la aceptan?
Si Chile nos ofrece una autonomía a los peruanos ¿la aceptaríamos? ¡No! ¿Por qué pues? Los saharauis son una nación diferente, tienen derecho a la libre autodeterminación y a decidir su propio destino en su propia tierra.
¿Y cuál es el papel de Argelia?
La política exterior de Argelia ha sido siempre apoyar a los movimientos de liberación y la libre autodeterminación de los pueblos, incluido el saharaui. Su solidaridad es inmensa y ayuda humanitariamente a los saharauis en los campamentos de refugiados de Tinduf.
Pero se señala que utilizan a los saharauis para salir al Atlántico…
Esa es propaganda marroquí, es cuento chino. Argelia tiene mil kilómetros de mar en el Mediterráneo y no tiene necesidad de “más” mar. Argelia es una potencia gasífera y en hidrocarburos en general. Ahora es más respetada y tiene más peso que nunca en la comunidad internacional. Además, Sudáfrica y Nigeria, dos potencias africanas, también se solidarizan con los saharauis y, en general, la Unión Africana.
¿Cuál es la posición del Perú?
El Perú reconoció a la República Árabe Saharaui Democrática durante la presidencia de Fernando Belaunde Terry en 1984. El primer embajador saharaui presentó sus cartas credenciales durante el primer gobierno de Alan García. Lastimosamente en 1996 el lobby marroquí no sé qué le ofreció al entonces asesor presidencial Vladimiro Montesinos y el Perú suspendió las relaciones diplomáticas. No el reconocimiento. Qué casualidad que poco después, cuando Montesinos estuvo fugado de la justicia, quiso refugiarse en Marruecos.
En el plan de gobierno de Humala se encuentra el apoyo a la independencia saharaui y hasta ahora no se ha manifestado la Cancillería en reabrir la embajada saharaui por presiones del lobby marroquí. Duele que la Cancillería no rectifique la prepotencia de Montesinos.
Los marroquíes se molestarían…
¡Qué se molesten! El Perú es un país soberano y en varios países del mundo conviven las embajadas marroquíes y saharauis como en México, Sudáfrica, Argelia. Además, a pesar de sus promesas, Marruecos no ha invertido en nada en el Perú.
La supuesta neutralidad de Perú es anodina. Solo señala que apoya las conversaciones entre Marruecos y los saharauis a instancia de la ONU. Nada más. No da un paso más a favor de los principios y del derecho internacional. Jesús dijo que los tibios no entrarán al reino de los cielos. Allá la conciencia de algunos de nuestros diplomáticos y políticos.
No puedo entender que el Perú no apoye las causas justas, pero aún confío que el nuevo canciller Gonzalo Gutiérrez haga algo y venza al lobby marroquí enquistado en la Cancillería. Tampoco comprendo al embajador alterno en la ONU, Augusto Thornberry, quien la semana pasada, en su discurso ante el IV Comité de Descolonización, mencionó en general que los territorios no autónomos deben lograr su autodeterminación, así fue, muy general, sin mencionar explícitamente a los saharauis. ¿Miedo a la reacción marroquí? Debo entender que el Perú no es vasallo de nadie.
¿Cuál cree que es la solución al tema saharaui?
Simplemente que se realice el referendo de autodeterminación del pueblo saharaui. Y si Marruecos se sigue negando entonces que la ONU aplique el Capítulo VII de su Carta, es decir, la intervención militar para expulsar a Marruecos del Sáhara Occidental. De no ser así, estallará la guerra tarde o temprano.
¿No le tiene miedo a las represalias marroquíes?
¿Por qué? Estamos en un país en donde existe la libertad de expresión. La embajada marroquí ha pretendido entorpecer mi defensa de la causa saharaui. Envió mercenarios para insultarme en una conferencia que brindé en el Colegio de Abogados de Lima. Marroquíes enviados por la embajada me hicieron barullo en una charla en el local de la Federación de Periodistas del Perú. La embajadora Oumama Aouad intentó silenciarme en algunos medios y hasta me quitó el saludo. Pero frente a ello, agradezco la reacción de la Federación de Periodistas del Perú que la declaró no grata al periodismo, por atentar contra mi libertad de expresión. Aouad abusó de la libertad que no existe en su país. Ella sobrepasó el border line de un diplomático en un país extranjero y la Cancillería ni se inmutó.
¿Cuál es su mayor orgullo?
Haber sido el primer periodista peruano que llegó a los campos de refugiados saharauis de Tinduf y haber intervenido en el IV Comité de Descolonización de la ONU, pidiendo a sus integrantes que elaboren una resolución valiente en favor del pueblo saharaui y pasen por ello a la historia.