Viernes 19 de abril 2024 | Contáctenos
El presidente estadounidense, Barack Obama, elogió un "nuevo capítulo" en las relaciones de Estados Unidos con Cuba, al anunciar medidas para normalizar las relaciones diplomáticas y económicas.
Obama dijo que el enfoque actual de Washington era "anticuado" y los cambios eran los "más significativos" en la política de Estados Unidos hacia Cuba en 50 años.
El presidente cubano, Raúl Castro dio la bienvenida al cambio en un mensaje a través de la televisión.
La medida incluyó la liberación del estadounidense Alan Gross y tres cubanos que tuvo lugar en los EE.UU..
Anuncios del miércoles siguen más de un año de conversaciones secretas en Canadá y en el Vaticano, con la participación directa del Papa Francisco.
Las relaciones entre Estados Unidos y Cuba se han mantenido congeladas desde principios de la década de 1960, cuando los EE.UU. rompió relaciones diplomáticas e impuso un embargo comercial después de la revolución de Cuba la que llevó al comunismo.
Los EE.UU. está tratando de abrir una embajada en La Habana en los próximos meses, dijo Obama el miércoles.
Entre los planes establecidos en un comunicado de la Casa Blanca también se incluyen:
Revisar la designación de Cuba como un estado patrocinador del terrorismo
Facilitar una prohibición de viaje para los ciudadanos estadounidenses
Aliviar las restricciones financieras
El aumento de los enlaces de telecomunicaciones
Los esfuerzos para sacar a los 54 años de embargo comercial
Castro dijo que los cambios eran algo que Cuba había estado presionando durante mucho tiempo.
"Desde mi elección... he reiterado en muchas ocasiones nuestra disposición a mantener un diálogo respetuoso con el gobierno de los Estados Unidos basado en la igualdad soberana", dijo.
Presidente Castro instó a Washington a levantar un embargo comercial y económico impuesto a la isla comunista - un movimiento que sólo puede ser hecho por el Congreso.
La liberación de Alan Gross fue esencial para cualquier avance diplomático entre los EE.UU. y Cuba, pero los cambios políticos internos en ambos países ya habían creado un clima en el que la distensión era concebible.
En los EE.UU., los cambios demográficos en Miami han suavizado la influencia política de los exiliados anticastristas: jóvenes cubano-americanos e inmigrantes recientes son más abiertos a la participación.
En Cuba, las reformas económicas limitadas realizadas por Raúl Castro han comenzado a relajar el férreo control del Estado, y despertar el interés de las empresas estadounidenses.
Cuba ha dejado de exportar la revolución a América Latina. De hecho, está mediando el intento más exitoso hasta el momento para lograr la paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las Farc, por lo que su inclusión en la lista estadounidense de países que patrocinan el terrorismo parecer cada vez más obsoleto.
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