Miércoles 24 de abril 2024 | Contáctenos
El gobierno de Argentina dijo el lunes que el fiscal que había acusado a la presidenta Cristina Fernández de blindar sospechosos iraníes en el ataque terrorista más mortífero de la nación murió de una bala autoinfligida dentro de su departamento cerrado, una declaración que seguro será minuciosamente analizada.
Alberto Nisman, que había estado investigando el atentado contra el centro comunitario judío AMIA en Buenos Aires en el que murieron 85 personas 1994, fue encontrado en el baño de su apartamento la noche del domingo, horas antes de que él fuera a testificar en una audiencia del Congreso sobre el caso.
Fiscal que investiga Viviana Fein dijo que la autopsia preliminar encontró "ninguna intervención" de otros en la muerte del señor Nisman. Sin embargo, la Sra Fein dijo que no descartaría la posibilidad de que el señor Nisman fue "inducido" al suicidio, y agregó que el arma no era suya.
"El arma pertenecía a un colaborador de Nisman" que había dado al fiscal, la Sra Fein dijo al canal de televisión Todo Noticias.
Según la autopsia, el señor Nisman tenía una bala de entrada y herida en el lado derecho de su cabeza, pero no había ninguna herida de salida. Su cuerpo fue encontrado en el interior del cuarto de baño y el bloqueo de la puerta, y no había señales de entrada forzada o robo en el apartamento, dijo la Sra Fein.
Los resultados dejan más preguntas que respuestas sobre la muerte, que se produjo sólo cinco días después que el señor Nisman acusó a la presidenta Fernández y otros funcionarios de llegar a un acuerdo con Irán que protegía algunos funcionarios del posible castigo por el ataque.
El lunes por la tarde, la Presidencia ordenó la desclasificación de los nombres de los agentes que el señor Nisman había exigido como parte de su investigación, al parecer un intento de la administración para mostrar la transparencia y evitar cualquier acusación de mala conducta.
En una carta en su página web oficial, la señora Fernández lamentó la muerte del señor Nisman, diciendo que generó "estupor y preguntas." Al principio ella usó la palabra "suicidio" en relación con su muerte, pero más tarde puso un signo de interrogación al lado de la palabra.
La diputada Cornelia Schmidt-Liermann, entrevistada antes de la conclusión preliminar de la autopsia, dijo que había planeado para recoger Nisman el lunes en su residencia y le acompañará durante su testimonio.
"Todo el mundo que haya tenido contacto con él las últimas 24 horas, dice que confía en" acerca de su testimonio, le dijo a The Associated Press. "No hay indicios, en ningún caso, que se quitó la vida."
Sra Schmidt-Liermann dijo que el Congreso se reunió el lunes por la tarde a pesar de la ausencia del señor Nisman, y muchos miembros firmaron una declaración instando a una investigación completa sobre la muerte de Nisman e insistiendo en que la investigación continúe.
Sra Schmidt-Liermann y otros que conocían señor Nisman dijo que vivió bajo constantes amenazas contra su vida de agentes iraníes y la presión del gobierno argentino.
Joseph Humire, director ejecutivo del Centro para la Seguridad y la Sociedad Libre, un think tank con sede en Washington, DC, dijo que fue a declarar con el señor Nisman en un subcomité del Congreso estadounidense en julio de 2013 pero el señor Nisman se retiró en el último minuto.
"Se fue a causa de las amenazas del gobierno argentino" que iba a ser despedido si testificaba, dijo Humire.
Señor Nisman vivía en el piso 13 de la torre Le Parc, un complejo de condominios de lujo en el moderno barrio de Puerto Madero de Buenos Aires. Tenía 10 policías federales asignados a su protección, de acuerdo con un comunicado de la Secretaría de Seguridad, que no proporcionó detalles sobre dónde estaban los funcionarios cuando el señor Nisman murió.
Un asesor del ministerio, que no estaba autorizado a hablar con la prensa y habló bajo condición de anonimato, dijo que los agentes estaban apostados en la entrada del edificio y en un coche cercano, y que la policía nunca estuvo en el interior del edificio.
Señor Nisman fue nombrado hace 10 años por el difunto marido de la Sra Fernández, el entonces presidente Néstor Kirchner, para revivir una investigación forcejeo en el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina en Buenos Aires.
Argentina tiene una de las mayores concentraciones de Judios fuera de Israel, con estimaciones que van alrededor de 200.000, sobre todo en Buenos Aires.
La popularidad de la administración de Fernández se ha desvanecido en medio de la creciente inflación y otros problemas económicos y la muerte del señor Nisman podría enturbiar aún más su último año en el cargo.
En cuestión de horas después de la noticia de la muerte del señor Nisman, un grupo bien conocido llamado "Indignados argentinos" convoco a manifestaciones en varias zonas de Buenos Aires.
Bajo el lema "Yo soy Nisman," miles de personas marcharon coreando "¡Justicia! ¡Justicia!" para exigir al gobierno a aclarar lo que pasó con el fiscal. Algunos se enfrentaron con la policía.
Uno de sus puntos de reunión fue la famosa Plaza de Mayo. Otros se reunieron frente a la residencia presidencial con pancartas que decían "Cristina asesina" y "Basta de abuso".
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