Farkhunda, la profesora de estudios islámicos ajusticiada la semana pasada por una multitud encolerizada delante de la policía en Kabul, no era culpable del delito que se le imputó: haber quemado una copia del libro sagrado del Islam, el Corán. Así lo afirmó la máxima autoridad en investigación de asuntos criminales del país.
“Ayer en la noche, hemos analizado los documentos una vez más, pero no hemos podido hallar evidencias para decir que Farkhunda quemó el sagrado Corán”, dijo el general Mohannad Zahir a la prensa en el funeral de la mujer este sábado 21 de marzo. “Farkhunda era totalmente inocente”, añadió.
El alto funcionario se comprometió en castigar a todos los involucrados. E informó que 13 personas, incluidos 8 policías, han sido arrestados. El ajusticiamiento de Frakhunda fue asimismo condenado por el presidente y otros altos funcionarios, aunque también dio lugar para que prominentes clérigos digan que los hombres tienen derecho a defender sus creencias cualesquiera sea el costo.
La mujer fue asesinada a golpes y luego quemada por un grupo nutrido de hombres enfervorizados ante los ojos de las fuerzas de policías que no se tomaron la molestia de intervenir a fin de impedir lo que, a decir de la más alta autoridad en asuntos criminales de Afganistán, se ha convertido en un crimen.