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REDES SOCIALES
Viernes 11 de diciembre 2015

El Goliat del ciberacoso

Por: Debra Chew
El Goliat del ciberacoso
Foto: Difusion

Cuando estaba en la escuela, ver mi nombre escrito en la pared del baño junto con un comentario hiriente habría sido un “destino peor que la muerte” para mí. Para ese entonces, lo llamábamos provocar o burlarse de alguien. Hoy, lo llamamos acoso o bullying. Este comportamiento se expandió a través de la tecnología al ciberacoso.

El ciberacoso involucra hacer esos mismos comentarios hirientes leídos por parte de algunos compañeros de clase, pero ahora en las redes sociales con el añadido de que pueden ser vistos por miles de personas que no conoces.    

De acuerdo a un Estudio de investigación de Weber Shandwick/Powell Tate, el 43% de los 83 millones que conforman la Generación Y, han experimentado estas descortesías en línea o ciberacoso.

El BBC NewsBeat en línea reportó recientemente los resultados de un estudio global que documentó que la mayoría de jóvenes consideran que el ciberacoso es “peor que el abuso cara a cara”. Este estudio también sugiere que el ciberacoso afecta negativamente la salud mental.   

Si estás experimentando acoso, ya sea en persona o en línea, no hay necesidad de sucumbir ante la desesperación o el miedo. Aunque ya tiene milenios de existencia, en la Biblia hay ejemplos que brindan esperanza para manejar los problemas de ciberacoso.   

¿Quién podría olvidar la historia del joven David que enfrentó y derrotó a Goliat, un GRAN acosador?

Con más de 2.50 m de estatura, Goliat lideró a su ejército de filisteos, y por 40 días provocó y se burló del ejército israelí. Los desafió a enviar un soldado para que luchara contra él. Los israelitas obviamente temían las amenazas de Goliat, y su miedo no les permitía siquiera intentar derrotarlo. Pero David, un pastor que ni siquiera estaba en el ejército, creía en Dios y se acercó sin miedo y sin armadura para la batalla. Se enfrentó a Goliat y lo derrotó, con una pequeña piedra y una honda! David demostró que la convicción del poder de Dios puede dar coraje a cualquiera que esté siendo acosado y cambiar las cosas.

Creo que esto habría sido imposible si David hubiese creído por un momento que Goliat, o cualquier símbolo de maldad, podría haberse opuesto a Dios, al bien.   

Consideremos un enfoque que presenta al acosador no como una persona mala, sino como alguien que no conoce a Dios.

“Bendigan a aquellos que los maldicen, oren por aquellos que los maltratan” dijo Jesús, motivado por el amor. Para orar por alguien que hace daño es necesario perdonar.  

Al seguir el consejo de Jesús para bendecir y orar, para amar y perdonar a aquellos que nos maltratan, podemos revertir los efectos mentales del acoso y encontrar valor y paz a la hora de enfrentar los retos.       

Una adolescente en mi familia ha descubierto que esto es verdad. Ella empezó a recibir hirientes mensajes de voz anónimos a su celular, maldiciéndola y llamándola por sobrenombres. Pronto, aparecieron los insultos cara a cara por parte de la acosadora y eso llevó a que otros se unieran en la escuela. Incluso se propagó a las redes sociales donde ella era etiquetada en publicaciones hirientes. Para enfrentar este acoso, ella se aferró de Dios. Recuerdo haberle sugerido aquel verso sobre bendecir a los que maldicen, porque ciertamente había sido maldecida.

Otra cosa que aprendió fue que Dios es bueno y que “el mal es destruido por el sentido del bien” (Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras, de Mary Baker Eddy). Ahí, Eddy señala cómo sobreponerse a todos los tipos de “Goliat”, como el miedo, la depresión y la enfermedad.          

Entonces empezamos a orar por la acosadora y, en un gesto de amor, ella encontró el valor para invitar a su acosadora a pasar la tarde con ella, confiando que el amor puede más que el odio. Eso terminó con el acoso. Y, aunque no se convirtieron en mejores amigas, el cambio en su relación provocó que otros acosadores dejaran de molestarla. 

Para aquellos que se sienten sin amigos, puede parecer imposible enfrentar y sobreponerse a las acciones de odio. Pero, creyendo en el poder de Dios que ayudó a David, es posible derrotar a los Goliats de hoy y restaurar la felicidad y la paz. 

Debra Chew escribe sobre la conexión entre la espiritualidad y el bienestar. Ella es Comité de Publicación de la Ciencia Cristiana para Tennessee, USA.  Twitter; @CSinTennessee

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