A fin de evitar que se repita la tragedia que causó el Fenómeno del Niño en 1998, Ayuda en Acción lanza su campaña de alerta para hacerle frente en las zonas más vulnerables del país, Trujillo, Chiclayo, Puno y Ayacucho, en las que desde hace varios años trabaja, capacitando a los pobladores y formando líderes para darles las herramientas para combatir y disminuir el embate de un posible desastre natural.
En el norte del país, se está trabajando en los distritos rurales de Monsefú, Reque, Eten y Chongoyape, debido a que estas comunidades no están preparadas para hacerle frente a los estragos de la naturaleza. El 95% de sus viviendas son de adobe, y las familias no cuentan con sistemas de agua potable ni saneamiento.
Con las capacitaciones recibidas por Ayuda en Acción, se ha logrado, por ejemplo, convertir a las mujeres líderes en promotoras de salud, pieza clave para hacer frente a una posible emergencia. Ellas se encuentran preparadas para capacitar a otras mujeres y promover la extrema higiene, el lavado de manos, hervir el agua, la importancia del aseo personal, el correcto desecho de los desperdicios y promover las vacunas en los niños.
En el caserío Punta Moreno, provincia de Gran Chimú, Ayuda en Acción ha capacitado a los comuneros con sofisticadas técnicas para optimizar el uso de los recursos naturales y alcanzar una producción mejorada. Asimismo, los ayudó a asociarse para que trabajen juntos el aspecto técnico para su desarrollo empresarial. También se ha implementado en Jolluco, un programa de consumo de agua segura, un galpón para crianza de cuyes, y han enseñado a otras mujeres cómo criar animales menores y promocionar buenos hábitos de salud para prevenir enfermedades.
Sin embargo, el temor persiste porque sus casas siguen siendo precarias, no cuentan con rutas de evacuación y las carreteras están en pésimo estado.
“Nos sentimos olvidados, como si esta parte de Trujillo no le importara a nadie”, afirma Hilda Izuza Mori quien además asegura que aún no han sentido la presencia de las autoridades para reubicarlos o armar un plan de evacuación en caso de desastre.
Hay mucho más por hacer, y por ello se requiere el apoyo de la ciudadanía a través de las donaciones, porque el principal temor de estas comunidades que ya vivieron en carne propia lo peor del Fenómeno del Niño, es que todo lo que han logrado con tanto esfuerzo a través de los años, se lo lleven las lluvias.
“Sólo los que vivimos el fenómeno del niño del 98 sabemos cuánto es el riesgo aquí”. “Las personas morían intentando salvar sus cosas y otras más por la enfermedad del cólera” señala Inés, pobladora de Eten.
Falta limpiar los cauces de los ríos, colocar y reforzar muros de contención, arreglar las carreteras, reforzar las viviendas, consolidar las brigadas de emergencia, etc.
Otro rostro poco visible del Fenómeno del Niño pero que golpea mucho a la población, se da en Puno, donde la sequía los castiga por la ausencia de lluvias. El frío malogra las pocas provisiones que lograron juntar durante todo el año. Los fuertes vientos destruyen las viviendas y secan los campos.
El apoyo de Ayuda en Acción en estas comunidades es vital, porque gracias a su trabajo con los comuneros, no sólo se ha mejorado la producción agrícola y la crianza de ganado con capacitaciones, sino que se ha mejorado su hábitat, su calidad de vida con la colocación de techos térmicos naturales, la siembra de huertos y la limpieza del agua.
Fundada en España, Ayuda en Acción desde hace 34 años combate la pobreza y la desigualdad en 22 países. En el Perú, trabaja desde hace 26 años, y gracias al compromiso de las personas que ha decidido invertir en el Perú, ya ha beneficiado a 85 mil personas de 374 comunidades en distintas regiones del país.
Por eso debemos ayudar a estas comunidades, para que su trabajo no sea en vano, para que continúe y puedan hacerle frente a esta emergencia.
Queremos prevenir y hacer frente a los embates del Fenómeno del Niño 2016. ¡No dejes que esta historia vuelva a repetirse!
DONA al T. 702 8600