Adhemar Manjón y Saúl Montaño: nuevas voces de la narrativa boliviana en la FIL Lima

Los autores bolivianos Adhemar Manjón y Saúl Montaño participarán como invitados en la 21 edición de la Feria Internacional del Libro de Lima, que se realizará entre el 15 y el 31 de julio en la capital peruana. Los días martes 19 y miércoles 20 ambos narradores presentarán sus recientes títulos, publicados bajo el sello La Perra Gráfica: la novela breve “Génesis 4:12”, de Manjón, y el libro de cuentos “Desvelo”, de Saúl Montaño.

Las ediciones de La Perra Gráfica se caracterizan por llevar tapas impresas a mano en serigrafía, las cuales son diseñadas por destacados ilustradores. En este caso, se contó con la particpación de dos ilustradores peruanos: Rodrigo la Hoz, quien diseñó la tapa de “Génesis 4:12” y Jugo Gástrico (Rocío Urtecho), quien diseñó la tapa de “Desvelo”.

Presentaciones

El martes 19, a las 19:00 horas, en el auditorio José Maria Arguedas, los libros de ambos autores se presentarán en el contexto de un conversatorio acerca de la nueva narrativa boliviana y latinoamericana en la que Manjón y Montaño dialogarán con Juan Manuel Robles, novelista peruano, autor de la aclamada novela “Nuevos juguetes de la guerra fría” (Seix Barral, 2015), y con el escritor y editor Víctor Ruiz Velasco, autor de “La felicidad es un arma caliente” y responsable de los sellos editoriales Lustra y Santuario.

El miércoles 20, a las 19:00 horas, en el salón Abraham Valdelomar, Manjón y Montaño presentarán sus libros en diálogo con quienes tuvieron a su cargo la ilustración de las tapas, que fue luego impresa a mano en serigrafía en los talleres de La Perra Gráfica: los artistas visuales Jugo Gástrico y Eduardo Yaguas (ilustrador a cargo de la tapa de Temporarias, poemario de Emma Villazón).

Nuevas voces

“Génesis 4:12” y “Desvelo” forman parte del vigoroso y nutrido conjunto de nuevas voces de la narrativa boliviana que en las últimas dos décadas se ha destacado en el contexto literario internacional con autores como Edmundo Paz Soldán, Rodrigo Hasbún, Maximiliano Barrientos, Liliana Colanzi, Giovana Rivero, Wilmer Urrelo, Juan Pablo Piñero, entre otros.

La Perra Gráfica

La Perra Gráfica es un proyecto que articula creadores en distintos ámbitos y que dese 2014 trabaja una línea editorial de libros con sello artesanal. Forman parte de su aún breve catálogo los títulos la novela “Tampoco es sudoku”, de Antonio Vera, ey l libro de cómics “Estéril”, de Marco Tóxico, la novela “Flores”, de Mario Bellatin, el libro de relatos “Rizoma” de Carlos Yushimito, el poemario “Temporarias”, de Emma Villazón, y los dos títulos mencionados en esta nota: “Génesis 4:12” y “Desvelo”. Todos los títulos estarán disponibles en la FIL Lima (en los stands del Estado Plurinacional de Bolivia, en Estación de la Cultura y en Librería Inestable).

Tapa de “Génesis 4:12”, diseñada por Rodrigo La Hoz.

Sobre “Génesis 4:12”, Liliana Colanzi escribe: El protagonista de Génesis 4:12 ha decidido no trabajar nunca más. Pero la desocupación se convierte muy pronto en un disparatado viaje a los infiernos: el tiempo libre sólo acentúa el absurdo y la crueldad que están en el corazón de nuestra cultura. El narrador se pierde en una Santa Cruz que oscila entre el consumismo capitalista y la sensibilidad New Age, entre el pueblo chico y los sueños de cosmopolitismo, entre los suplementos de farándula y las viejas glorias del fútbol local.

Contada con un lúcido sentido del humor del que no se salva nadie, esta es una historia sobre la ansiedad, el trabajo y lo que significa llegar a la adultez viviendo en la casa de la madre. Manjón ha construido su propia Conjura de los necios y el resultado es un punzante retrato de la alienación contemporánea”.

Tapa extendida (tapa, contratapa y retiras) de “Desvelo”, diseñada por Jugo Gástrico.

Sobre “Desvelo”, el autor argentino Luciano Lamberti ha escrito: “Los cuentos de Saúl Montaño son poderosos, ácidos y despiadados. Historias de personajes sin futuro, pero con pasados tenebrosos que los empujaron al abismo, y desde esa caída hablan. Son jóvenes prematuramente envejecidos, que se dedican a ver televisión, pasear sin sentido, buscar el alivio del coito o del alcohol. Podemos leer estas narraciones como ficción pero también experimentarlas en carne propia, sentir el olor acigarrillo y lubricante de preservativo de esos cuartos desordenados, oír esas conversaciones entre personas que nunca van a entenderse, sentir su soledad y la falta de una dirección en sus vidas como si fuera la nuestra. Su lectura es tan abrumadora, que volver a la realidad al cerrar el libro es un alivio, como despertar de una pesadilla o emerger del cine cuando acaban de dar una película de Lynch. Por eso, aunque tengan todos los elementos de lo que se conoce como realismo, aunque se inscriban en la tradición de Carver o de Denis Jhonson, en realidad no lo son: su trabajo estético es el de acentuar la realidad hasta volverla palpable y densa, un objeto peligroso como una bolsa plástica en la cabeza”.