Viernes 19 de abril 2024 | Contáctenos
Más de 150 presos de una cárcel meridional de Filipinas escaparon después de que presuntos rebeldes musulmanes asaltaran la destartalada instalación en una incursión antes del amanecer de hoy miércoles, matando a un guardia, dijeron las autoridades.
Un tiroteo de dos horas estalló cuando más de 100 hombres armados que se cree fueron liderados por un comandante rebelde musulmán atacaron la cárcel en la ciudad de Kidapawan aproximadamente a la una de la madrugada, dijeron las autoridades de la cárcel.
"Es para rescatar a sus camaradas bajo nuestra custodia. Es una operación de rescate ", dijo el director de la cárcel, Peter John Bonggat, a la televisión local ABS-CBN.
Bonggat dijo que se cree que los atacantes eran una facción separatista del Frente Moro de Liberación Islámica (MILF), la organización rebelde musulmana más grande del país que está en conversaciones de paz con el gobierno.
Al menos 158 prisioneros habían escapado, dijo Bonggat, aunque no estaba claro cuántos de ellos estaban vinculados a los atacantes o eran sólo otros presos que se aprovecharon del caos. "Los presos se arriesgaron debido al volumen de fuego... utilizaron su ropa de cama, se amontonaron unos sobre otros para escapar", dijo Bonggat.
Bonggat dijo que la prisión, que albergaba a 1.511 reclusos, carecía de guardias y era un antiguo edificio escolar en ruinas, ubicado en una zona boscosa y aislada. Tres presos acusados de posesión ilegal de explosivos y drogas escaparon de la cárcel el año pasado.
Kidapawan, a 950 kilómetros (590 millas) al sur de Manila, es el hogar de varios grupos rebeldes musulmanes, bandas de criminales e insurgentes comunistas. "Tenemos muchas personalidades musulmanas en la cárcel que son miembros de varios grupos organizados, sindicados", dijo Bonggat.
Las fuerzas de seguridad persiguieron a los asaltantes y los fugitivos durante la mañana del miércoles, y las autoridades locales informaron que hasta seis habían sido asesinados en la cacería.
El portavoz de MILF, Von al-Haq, dijo que el grupo no sabía quiénes eran los atacantes y que estaba contactando a sus miembros para obtener más información. El MILF tiene cerca de 10.000 seguidores armados, pero han estado observando un alto el fuego con el gobierno como parte de los esfuerzos de paz.
La región meridional de Mindanao es la patria ancestral de la minoría musulmana en las Filipinas en gran medida católicas.
Más de 120.000 personas han muerto en la rebelión. Mientras que el MILF está apuntando para la paz, hay varios grupos separatistas que están decididos a continuar luchando y han declarado lealtad a Isis. El grupo de Maute, considerado como una de las organizaciones extremistas más peligrosas, liberó a 23 presos en un jailbreak el año pasado en una ciudad cercana.
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