Martes 23 de abril 2024 | Contáctenos
Chile ha pedido ayuda internacional para combatir los peores incendios forestales, mientras los residentes de una ciudad devastada los describieron como una "pesadilla sin fin".
Las imágenes muestran las cenizas y el metal carbonizado que quedan en las casas de las familias después de que las llamas arrasaron Santa Olga.
El cuerpo de una persona fue encontrado en los restos de la ciudad y dos personas están desaparecidas, pero otros 6.000 residentes huyeron.
Los edificios destruidos incluían la oficina de correos, un vivero y unas 1.000 viviendas en la ciudad, a unas 220 millas al sur de la capital Santiago.
Otro cuerpo quemado fue descubierto dentro de una casa envuelta en las llamas a unos 85 kilómetros de Santa Olga. El número de muertos en Chile desde noviembre ha aumentado a diez, incluyendo cinco bomberos y dos policías.
Las llamas han destruido cerca de 385,000 acres de bosque y han sido avivadas por fuertes vientos, altas temperaturas y una prolongada sequía.
Más de 90 incendios forestales han estallado en las últimas semanas cuando las temperaturas en la capital alcanzaron los 37C.
Más ayuda internacional llegó hoy para ayudar a 5.000 bomberos que luchan contra las llamas de propagación rápida en el centro y el sur de Chile desde el suelo y el aire.
Los residentes de algunas comunidades han estado luchando contra los incendios en sí, sin ningún equipo de protección y, a menudo, sólo con ramas o botellas de agua en un esfuerzo frenético para salvar sus casas, tierras de cultivo y ganado. Pero esos esfuerzos a menudo se deshacen cuando los vientos o las cenizas ardiendo vuelven a esparcir los incendios.
Carlos Valenzuela, alcalde de la ciudad costera vecina de Santa Olga, Constitución. "Esta es una situación extremadamente grave, una pesadilla sin fin. Todo se quemó”.
La presidenta Michelle Bachelet declaró el estado de emergencia, desplegó tropas y pidió ayuda internacional, calificándola de "el mayor desastre forestal" de la historia de Chile.
Estados Unidos ha enviado un Boeing 747-400 "Super Tanker" capaz de descargar casi 73.000 litros de retardante de fuego o agua, y Chile ha aceptado un avión similar desde Rusia, también Argentina y Perú han mandado ayuda.
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