Colegios afectados por lluvias y huaicos estarán en buenas condiciones para inicio del año escolar

Todas las instituciones educativas dañadas por los desastres naturales han sido rehabilitadas o están en este proceso con el fin de garantizar el buen inicio del año escolar el 13 de marzo, aseguró la ministra de Educación Marilú Martens Cortés.

Al inaugurar el “Taller Internacional de Gestión de Riesgo de Desastres en el Sector Educación para directores de DRE y UGEL”, la ministra señaló que se está trabajando en equipo con el apoyo de directores regionales y de UGEL con el fin de que la infraestructura educativa esté en buenas condiciones para recibir a niños, niñas y adolescentes cuando se inicie el año escolar 2017.

Refirió que 430 instituciones educativas sufrieron daños serios, sobre todo en las regiones de Lambayeque, Piura, Ica y Lima, y que se está trabajando “para que el inicio del año escolar no sea afectado y nuestros niños tengan una educación de calidad”.

Al respecto, dijo que en algunas zonas se han instalado aulas prefabricadas y que el ministerio está atento a los pedidos que puedan hacer las regiones afectadas por los desastres naturales.

La ministra Martens indicó que en las instalaciones dañadas por huaicos e inundaciones se han desplegado motobombas y otros equipos y se está trabajando de manera conjunta con otras instituciones del Estado para implementar procesos preventivos y de respuesta a los desastres naturales.

Explicó que se ha coordinado con otros sectores para realizar acciones posteriores, como fumigar una vez que el agua haya sido drenada, con el propósito de preservar la salud de los alumnos y maestros.

A tres semanas del inicio del año escolar, la ministra exhortó a los directores regionales y de UGEL a distribuir oportunamente el material educativo entregado por el sector para que los alumnos tengan condiciones óptimas para estudiar.

El taller, en el que participan ponentes de Cuba, Bolivia, Guatemala y Ecuador, está orientado a capacitar a los directivos de DRE y UGEL para que pongan en marcha los procesos de preparación, respuesta y rehabilitación del servicio educativo ante emergencias o desastres mediante el intercambio de experiencias nacionales e internacionales.