Viernes 26 de abril 2024 | Contáctenos
Las protestas violentas han estallado en la ciudad de La Paz, Bolivia, el segundo día, en respuesta a la legislación que reduce las áreas legales de cultivo de coca.
La policía antidisturbios estuvo activa durante al menos cuatro horas en una lucha contra centenares de cocaleros, según informes de medios locales. Los agricultores molestos arrojaron dinamita, fuegos artificiales y rocas en las fuerzas policiales, en un intento de recuperar posiciones cerca del Palacio Quemado, la residencia del presidente Evo Morales. Los manifestantes perdieron su posición durante la noche del lunes por la noche.
Unos 148 manifestantes fueron arrestados, según el viceministro de Interior José Luis Quiroga. "La policía estaba investigando cada uno para determinar el nivel de responsabilidad por la perturbación pública", dijo. Otro funcionario del gobierno señaló que los manifestantes amenazaban con hacer estallar una gasolinera después de que "quemaran instalaciones policiales", además de "una unidad de extinción de incendios".
Los agricultores insisten en producir tanta coca como demanda el mercado. El proyecto de ley de Morales colocaría un techo en los bienes legales disponibles para el cultivo en 20.000 hectáreas (49.421 acres).
Un informe de la ONU de 2015 sugirió que Bolivia, que cosechaba de 20.200 hectáreas de cultivo de coca, era el tercer productor de coca en el mundo, detrás de Colombia y Perú. Además de la variante procesada químicamente de la coca, cocaína, la hoja es utilizada por los bolivianos para evitar la fatiga. La hoja sola, sin refinado químico, carece de los niveles alcalinos necesarios para producir la euforia asociada con el uso de cocaína. También se dice que la masticación de la hoja de coca reduce el mal de altura cuando se sube a la cordillera de los Andes y se usa durante ceremonias y rituales indígenas.
La legislatura boliviana incluyó un artículo sobre la coca en su nueva Constitución que fue aprobada por referéndum en 2009. El artículo 384 de la Constitución establece que "el Estado protegerá la coca nativa y ancestral como patrimonio cultural, un recurso natural renovable de la biodiversidad de Bolivia" Como factor de cohesión social; En su estado natural no es un narcótico. Su revalorización, producción, comercialización e industrialización estarán reguladas por la ley".
Un proyecto aprobado en 2004 por el presidente Carlos Mesa permitió a los cultivadores de coca mantener un cato por familia, pero el crecimiento generalizado de la coca destinada a la producción ilícita de drogas sigue estando prohibido.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, dijo que "la ola de ataques violentos contra las instituciones es motivo de preocupación".
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