Durante la situación de emergencia que atraviesan varias zonas de nuestro país, uno de los grupos poblacionales más vulnerable es el de las mujeres en estado de gestación, quienes se ven afectadas por el aumento de estrés y esfuerzo físico y son más propensas a sufrir enfermedades infecciosas o partos prematuros.
El Dr. Enrique Guevara Ríos, director del Instituto Nacional Materno Perinatal, explica que el contacto con agua contaminada así como la alimentación deficiente pueden generar en las mujeres embarazadas infecciones urinarias, digestivas y respiratorias. De no tratarse a tiempo, estas enfermedades pueden afectar el adecuado desarrollo del feto.
Por ello, se recomienda a las gestantes estar alertas ante síntomas como sangrado, contracciones uterinas, sensación de pujo, tos, fiebre, escalofríos, dolores en la espalda o cólicos intestinales sin diarrea. Estas podrían ser señales de un embarazo de alto riesgo por lo que deben acudir al centro de salud más cercano y así evitar un parto prematuro.
Las mujeres que acaban de dar a luz deben alimentar a los recién nacidos con leche materna pues esto no solo crea un vínculo afectivo entre madre e hijo sino que también constituye un alimento seguro y completo. Antes de la lactancia, la madre debe limpiar cuidadosamente sus manos, mamas y pezones a fin de evitar infecciones.