Miércoles 24 de abril 2024 | Contáctenos
El candidato del partido gobernante de Ecuador parecía estar dirigiéndose a la victoria en una segunda vuelta presidencial que consolidaría la reputación del país como un bastión de la izquierda latinoamericana y proporcionaría espacio para el fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
Sin embargo, el estrecho avance de 51% a 49% de Lenin Moreno fue impugnado por el candidato de la oposición, Guillermo Lasso, lo que provocó temores por una mayor tensión política en los próximos días.
Con el 97% de los votos contados, Moreno, un ex vicepresidente bajo el presidente saliente Rafael Correa, estaba en camino de vencer a Lasso, un ex banquero de 61 años.
El jefe del consejo electoral de Ecuador, Juan Pablo Pozo, pidió al candidato de la oposición que reconozca los resultados. "Ecuador merece la responsabilidad ética de sus actores políticos para reconocer la decisión democrática tomada por las personas en las urnas", dijo Pozo.
Sin embargo, Lasso, que antes había reclamado la victoria sobre la base de tres encuestas de salida que le indicaban que llevaba hasta seis puntos, señaló irregularidades y exigió un recuento.
"Esto es muy enfermizo. No lo vamos a permitir ", dijo, llamando a los partidarios a protestar contra los resultados de forma pacífica pero firme. Han cruzado una línea.
Varios miles de sus partidarios pisotearon la sede del consejo electoral el domingo por la noche cantando: "No queremos fraude, queremos democracia".
Mientras tanto, Moreno apareció en un escenario flanqueado por Correa y Jorge Glas, el vicepresidente, cuando miles de seguidores agitaron banderas con los colores verde lima de la coalición de Alianza País y la música de la cumbia hizo estallar la noche.
Moreno pidió un diálogo con la oposición, diciendo: "Sabemos escuchar las críticas. Trabajemos juntos en paz y armonía".
Para los 15 millones de habitantes del país, lo que estaba en juego era continuar con las políticas redistributivas del partido gobernante, que ganó tres elecciones bajo Correa, incluyendo la reducción de la pobreza y un mejor acceso a la educación ya la atención sanitaria. La administración de Correa también había sido criticada por la censura de los medios de comunicación, la corrupción y el abandono de muchas promesas ambientales.
La alternativa ofrecida por Lasso era un pro-negocio, pro-austeridad programa que prometió recortes de impuestos y más puestos de trabajo, aunque Lasso estaba plagado de acusaciones de evasión fiscal a través de decenas de cuentas offshore.
También prometió pedirle a Assange que abandone la embajada ecuatoriana en Londres dentro de un mes para asegurarse un mandato porque dijo que el asilo estaba poniendo una carga sobre los contribuyentes del país. Según informes, Assange está suficientemente preocupado por haber instruido a abogados en Quito en caso de que Lasso gane.
Las elecciones también tendrán ramificaciones regionales. Si se confirma una victoria de Moreno, consolidaría la reputación de Ecuador como un bastión de izquierda en América Latina. Si se pierde, se tomará como otra señal de la "ola rosa" que se está retirando, después de las derrotas por la izquierda en las elecciones argentinas y un referéndum boliviano, además de la destitución y destitución de la presidenta del Partido de los Trabajadores, Dilma Rousseff, Brasil.
Con las apuestas altas en Ecuador, hubo acusaciones de manipulación de voto y otras prácticas dudosas durante la primera ronda, que se retrasó porque el resultado fue cercano, aunque observadores independientes de la Unión de Naciones Suramericanas dijeron que no había evidencia de fraude y Elogió el proceso electoral como transparente.
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