Jueves 25 de abril 2024 | Contáctenos
Las fuerzas de seguridad venezolanas aplastaron a manifestantes enmascarados con gas lacrimógeno, cañones de agua y spray de pimienta en Caracas el martes después de bloquear una manifestación de la oposición contra el presidente socialista Nicolás Maduro.
Los enfrentamientos comenzaron después de que las autoridades cerraron las estaciones de metro, establecieron puestos de control y acordonaron una plaza donde los opositores habían planeado su última protesta contra el gobierno autocrático y una crisis económica que paralizaba.
En las escaramuzas de gato y ratón en las callejuelas y carreteras de la capital, los jóvenes construyeron barricadas, quemaron basura y arrojaron rocas y botellas a soldados y policías. Varios líderes de la oposición organizaron barricadas.
La policía utilizó spray de pimienta en el jefe de la Asamblea Nacional, Julio Borges, dos veces candidato a la presidencia, Henrique Capriles y la activista de derechos Lilian Tintori, mientras conducían a los manifestantes a las carreteras y se empujaban a las barricadas, dijeron testigos.
Activistas de la oposición dijeron que bandas progubernamentales armadas se unieron a la pelea y abrieron fuego. "Cerca de 50 a 100 individuos llegaron en bicicleta y empezaron a disparar al aire", dijo el manifestante Bernardo Sánchez a los medios locales, diciendo que una bala se había alojado en su muslo.
En una calle, las mujeres arrodilladas cantaban el himno nacional mientras los vecinos golpeaban las ollas y las cacerolas de los edificios cercanos en una demostración de la cólera contra un gobierno que culpan para una recesión profunda que ha conducido a la escasez de alimento.
"Vamos a deshacernos de ellos, pero tenemos que luchar", dijo José Zapata, 57, electricista, mientras marchaba con un palo en la mano. Con vistas a una amplia avenida, algunos residentes pro-Maduro en un proyecto de vivienda estatal arrojó basura a los manifestantes de abajo.
Con miles de personas en ambos bandos, los partidarios del presidente de 54 años organizaron su propio mitin, en un escenario volátil que se veía constantemente durante los 18 años de gobierno izquierdista en la nación sudamericana.
"Quieren una intervención en Venezuela", dijo Juan Aponte, trabajador del Ministerio de Prisiones, de 34 años, que llevaba los colores rojos del gobernante Partido Socialista. Las protestas también se llevaron a cabo en otras ciudades y más se planifican en todo el país para el jueves.
El gobierno acusa a los partidos de la oposición de incitar a un complot liderado por Estados Unidos para derrocar a Maduro, que ha gobernado a Venezuela desde la muerte de Hugo Chávez en 2013.
Las tensiones se han disparado en el prolongado enfrentamiento político del país productor de petróleo después de que la Corte Suprema pro-Maduro anuló la semana pasada las funciones del congreso dirigido por la oposición.
Aunque el tribunal se retractó de esa decisión durante el fin de semana, la Asamblea Nacional sigue siendo impotente debido a sentencias judiciales anteriores.
La presión extranjera sobre Maduro ha aumentado a medida que las protestas de la oposición se reanudaron tarde la semana pasada.
"Aquí el mundo puede ver el camino dictatorial que el señor Maduro ha elegido", dijo Capriles.
Maduro dice que el gobierno de Estados Unidos y otros enemigos están levantando histeria contra él para sentar las bases para un golpe. "Desde el norte (Estados Unidos), dan la orden a la derrotada derecha fascista de Venezuela de llenar las calles de violencia y sangre", dijo Maduro en la televisión estatal.
"En Caracas, en Venezuela, la paz ha triunfado una vez más". La administración de Maduro está particularmente furiosa con el jefe de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, quien está liderando la condena regional. El bloque regional instó el lunes a Venezuela a restaurar la autoridad del congreso y garantizar la separación de poderes, pero el representante de Venezuela se retiró, al igual que el enviado de la bolivariana boliviana, que tiene la presidencia de la OEA.
"La OEA se ha superado en la agresión contra Venezuela", dijo Maduro el lunes. "Es un verdadero tribunal de inquisición, realizando abusos y vulgaridades".
La oposición de Venezuela ganó una mayoría de la Asamblea Nacional a finales de 2015, pero la Corte Suprema ha anulado casi todas sus medidas.
Debido al caos en Caracas, la legislatura aplazó hasta el miércoles una sesión para censurar la "ruptura" de la constitución venezolana. Los legisladores también planean esta semana iniciar los procedimientos para remover a los jueces de la Corte Suprema, pero eso sólo sería una represión simbólica, ya que el Congreso no tiene poder para actuar.
Cargando...