No existe un manual de ‘madre primeriza’. Por ello, lo primero que se debe hacer es aceptar que probablemente se cometerán errores en esta etapa, y eso es normal. Así lo indicó el psicólogo de la Municipalidad de Miraflores, José Palomino.
“Hay que recordar que nadie nos enseña a ser padres, es algo que aprendemos con la práctica. Y aunque nos tropecemos no tenemos por qué angustiarnos”, dijo el especialista, quien brinda algunos consejos para ayudar a las mamás primerizas en la magnífica pero ardua tarea de cuidar, criar, alimentar y educar a un hijo.
Los primeros años de vida del infante son de gran importancia. El vínculo que la madre establezca con él lo ayudará a ser un niño y un adulto sano y feliz. Por eso, durante el embarazo se deben evitar vínculos emocionales tóxicos o relaciones patológicas, porque estos se transmitirán al nuevo ser, sugirió el especialista.
“Se debe tener presente que los sentimientos negativos como el miedo, la angustia, la desesperanza y el rechazo, ya no solo le pertenecen a la madre. De aquí en adelante, forman parte del crecimiento neurológico y emocional del bebé y conformarán su personalidad futura”, advierte el psicólogo de la comuna miraflorina.
Otro aspecto importante es la lactancia materna. El acto de amamantar no solo confiere una óptima nutrición y transmisión de defensas al sistema inmunológico del niño, sino que también fortalece los lazos entre madre e hijo. Además, incrementa el sentimiento de seguridad.
“Esto no debe ser visto como una obligación o como algo que le genere dolor a la madre primeriza, sino como un bello recordatorio del regalo más maravilloso que la vida le puede dar. El dar de mamar tiene que hacerse de manera voluntaria y no forzada, ya que el niño debe experimentar placer”, recomendó el profesional.
Por otro lado, resaltó que es importante que la madre primeriza tenga momentos de tranquilidad, y para eso puede pedir ayuda a la familia para que cuide al pequeño mientras ella, por ejemplo, descansa o se da un buen baño relajante.