En el Perú existe una fuerte incidencia de maltrato en el hogar esto, como producto de relaciones tóxicas en la que la falta de confianza y de seguridad crean situaciones que van desde la violencia verbal y psicológica hasta la violencia física, ocasionando lamentablemente la muerte de la persona que supuestamente se ama.
De acuerdo con información del Registro de Feminicidio del Ministerio Público, Arequipa es la ciudad donde se presentan la mayor cantidad de denuncias de violencia familiar, registrándose 12,595 denuncias en el año 2015.
Igual de alarmante es que, citando la misma fuente, en el periodo comprendido entre enero del 2009 y julio del 2016 en el Perú se han producido 881 casos de feminicidio, de los cuales un escalofriante 89.9% fueron causados por la pareja, expareja o familiar directo.
Carolina Dianderas, Docente Investigadora del Instituto para el Matrimonio y la Familia de la Universidad Católica San Pablo de Arequipa, señala que una relación tóxica es aquel vínculo afectivo–amical donde se desarrollan actitudes y comportamientos impropios por parte de la pareja.
“En una relación tóxica no se puede hablar de amor; sin embargo, son muchas las personas que, al ver ciertas actitudes que no son correctas, las consideran como algo normal y al dejarlas pasar puede suponer una situación de vulnerabilidad física, psicológica y emocional para la otra persona”, indicó Carolina Dianderas.
Si bien puede parecer una relación normal al principio, ciertas actitudes de la pareja podrían advertir que algo no anda bien. Por ello, la docente de la Universidad Católica San Pablo, explica algunas señales que, identificadas a tiempo, ayudarían a evitar un conflicto mayor:
“Y es que lo primero que debe hacer una persona que vive una relación tóxica es darse cuenta del daño que se hace y amarse más. Mucho amor propio es de suma importancia en estos casos. Luego de terminar la relación debe evitar las segundas oportunidades y no creer en las promesas de cambio pues es muy poco probable que se cumplan”, precisó la docente.
Al empezar una relación es importante aprender a conocer el carácter de la pareja. Por ejemplo, si es agresiva o tiene rasgos que puedan indicar violencia, se debería buscar el apoyo de especialistas, familiares o amigos cercanos que puedan actuar de protectores ante cualquier situación de riesgo, más aún si la pareja tiene hijos.
“La pareja tóxica nunca va a reconocer que tiene problemas; en su lugar, buscará justificar sus actos de una u otra manera. La persona que no vive una experiencia amorosa saludable algunas veces cegada por el amor, seguridad o protección que supuestamente siente, se deja maltratar hasta el punto incluso de permitir que los hijos también sean maltratados. Esto es mucho más lamentable”, comentó.
Finalmente, la Docente Investigadora del Instituto para el Matrimonio y la Familia de la Universidad Católica San Pablo de Arequipa, advirtió que este tipo de relaciones tóxicas se presentan también entre amistades o familiares y pueden llegar a alterar la personalidad de la persona afectada, volviéndola totalmente infeliz.