Viernes 19 de abril 2024 | Contáctenos
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, rechazó las acusaciones de que su gobierno inflaría las cifras de participación en las elecciones de la Asamblea Constituyente.
Maduro acusó el miércoles a la firma internacional de apoyar la presión de Estados Unidos para poner en duda lo que él llamó un "voto transparente".
Smartmatic, la firma de tecnología contratada para manejar la votación del domingo, dijo que la cifra oficial de 8,1 millones de votantes fue "alterada", lo que llevó a la Fiscal General Luisa Ortega a abrir una investigación.
La asamblea, encargada de redactar la constitución venezolana, debía comenzar a trabajar el jueves, pero Maduro pospuso el lanzamiento hasta el viernes ante los planes de la oposición para protestas masivas.
En su primera reunión con los delegados de la asamblea el miércoles por la noche, Maduro no sólo se mantuvo de pie por el recuento oficial, sino que proclamó que otros dos millones de personas habrían votado si no hubieran sido bloqueados por manifestantes antigubernamentales.
Maduro convocó la votación en mayo después de semanas de protestas alimentadas por la ira generalizada por la escasez de alimentos, la inflación de tres dígitos y la alta criminalidad - disturbios que continúan y han causado al menos 125 muertes.
"Ese estúpido, el presidente de Smartmatic, presionado al cuello por los gringos y los británicos, dijo que había 7.5 millones", dijo Maduro en declaraciones televisadas. "Creo que hubo 10 millones de venezolanos que salieron".
Maduro no aportó ninguna prueba para apoyar su reclamación, pero sus comentarios fueron recibidos con aplausos resonantes de unas 500 personas elegidas para la asamblea.
Antonio Mugica, director ejecutivo de Smartmatic, dijo que había evidencia flagrante de la manipulación de votos. "Estimamos que la diferencia entre la participación real y la anunciada por las autoridades es de al menos un millón de votos", dijo.
Smartmatic ha proporcionado tecnología de votación en Venezuela desde 2004.
Ortega, fiscal general, dijo que la evaluación de la compañía era sólo "un elemento más del proceso fraudulento, ilegal e inconstitucional" iniciado por el gobernante socialista.
"Estamos enfrentando un incidente grave y sin precedentes que representa un crimen", dijo Ortega a CNN.
Tibisay Lucena, jefe del Consejo Nacional Electoral, rechazó la afirmación de Smartmatic, diciendo que era una "opinión" de una empresa que jugó un papel secundario en las elecciones y no tuvo acceso a datos completos.
"Una empresa ubicada fuera del país no garantiza la transparencia y credibilidad del sistema electoral venezolano", dijo Lucena. La votación del domingo atrajo la condena internacional.
Estados Unidos impuso sanciones directas a Maduro, llamándolo "dictador", mientras que la Unión Europea se unió a Estados Unidos, México, Colombia y Argentina al decir que no reconocería a la nueva asamblea.
Sin embargo, los trabajadores del petróleo, a quienes Maduro considera una base de apoyo, se reunieron el miércoles en Venezuela para denunciar las sanciones al presidente izquierdista.
"Estamos aquí para mostrar nuestro rechazo a la intervención de Estados Unidos", dijo un manifestante durante una manifestación televisada, calificando las sanciones de "un espectáculo político con consecuencias económicas dañinas para el pueblo de Venezuela".
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