Viernes 26 de abril 2024 | Contáctenos
La nueva asamblea constituyente de Venezuela ha aprobado un decreto que se declara superior a todas las demás ramas del gobierno. La orden aprobada el martes obliga a la Asamblea Nacional y otras agencias controladas por la oposición a tomar cualquier acción que interfiera con las leyes aprobadas por el superorganismo pro-gobierno.
El presidente Nicolás Maduro convocó a la asamblea constituyente en lo que él dice es un intento de resolver el enfrentamiento político de la nación, pero los líderes de la oposición sostienen que es una toma de poder.
Los líderes de la oposición y una creciente lista de gobiernos extranjeros se han negado a reconocer a la nueva asamblea. Mientras tanto, la asamblea constitucional destituyó a la desafiante fiscal de Venezuela el sábado.
Los gritos de "traidora" y "la justicia ha llegado" surgieron de los 545 delegados progubernamentales durante el voto unánime para sacar a Luisa Ortega de su puesto como la principal funcionaria policial de la nación y reemplazarla con un firme partidario del gobierno.
Dijeron que estaban actuando en respuesta a un fallo de la Corte Suprema apilada por el gobierno, que también había estado considerando una solicitud para sancionar a Ortega.
A principios de este sábado, Ortega, una lealista de larga data que rompió con el gobierno socialista en abril, dijo que fue expulsada y prohibida su entrada en el despacho por decenas de guardias nacionales que tomaron el control de la entrada del edificio.
La asamblea constitucional estuvo sentada a pesar de las fuertes críticas de Estados Unidos, otros países y la oposición venezolana, que temen que sea un instrumento para imponer la dictadura. Los partidarios dicen que pacificará a un país sacudido por violentas protestas.
Su instalación es prácticamente segura de intensificar una crisis política que ha traído cuatro meses de protestas en las que al menos 120 personas han muerto y cientos más han sido encarcelados.
Maduro jura que la asamblea despojará a los legisladores de la oposición de su inmunidad constitucional contra el procesamiento, mientras que los miembros del congreso dicen que sólo serán removidos por la fuerza.
El principal consejero de seguridad nacional del presidente Trump, general H. McMaster, dijo que no ve una intervención militar en Venezuela como probable, incluso cuando está llamando a las naciones a ayudar a "rescatar" al país de la "dictadura autoritaria".
McMaster cita el resentimiento histórico en América Latina por la larga historia de las intervenciones militares estadounidenses en la región. Dijo que no quiere darle a Maduro más munición para culpar a "Yankees" por la crisis política de Venezuela.
"Usted ha visto a Maduro tener algunos intentos cojos para tratar de hacer eso ya", dijo McMaster en una entrevista en MSNBC que salió al aire el sábado.
Agregó que "es importante que pongamos la responsabilidad de esta catástrofe en los hombros de Maduro, es él quien la ha causado, y es él quien la perpetúa".
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