Terremoto en México mata más de 200 personas

Los trabajadores de rescate de la capital, respaldados por miles de voluntarios que usaban cubos, carritos de compras y carretillas, lucharon durante toda la noche para cambiar toneladas de escombros en busca de personas atrapadas bajo los escombros.

Luis Felipe Puente, jefe nacional de protección civil, revisó el peaje oficial en Twitter, poniéndolo en 217 muertos de los 248 que había denunciado varias horas antes. Él twitteó que había 217 muertos en total, incluyendo 86 en Ciudad de México, 71 en Morelos y 43 en el estado de Puebla.

Pero con las búsquedas espeluznantes todavía en curso en varios sitios a través de la ciudad, había temores que la cuenta aumentaría aún más. Funcionarios advirtieron que los edificios dañados por el terremoto podrían caer.

Algunas de las escenas más dramáticas fueron en la escuela Enrique Rébsamen en el sur de la Ciudad de México, donde los pisos superiores del edificio se derrumbaron en talleres de arte, laboratorios y oficinas administrativas.

Los "moles" - voluntarios de rescate especializados que entraron en acción en el terremoto de 1985 para sacar a la gente libre - estaban presionando a los ayudantes en el servicio de corte de tablones de madera para hacer soportes para apoyar los restos para que pudieran tratar de liberar a más de 20 niños atrapados dentro.

Los mexicanos aprendieron a hacer frente a los terremotos en su país sísmicamente activo y propenso a desastres naturales, usaron las redes sociales para difundir mensajes pidiendo ayuda, informaron a los familiares de los sobrevivientes y pidieron ayuda. Parques, escuelas y otros espacios públicos se convirtieron en refugios o se llenaron de agua embotellada y donaron alimentos. Los rescatistas pidieron herramientas especializadas, sierras, radios para mantenerse en contacto y medicina.

El terremoto ocurrió menos de dos semanas después de un devastador terremoto en el sur del país. También vino en el aniversario del terremoto de 1985 que aplastó gran parte de la Ciudad de México y mató al menos 9.500.

Una persona rescatada de una fábrica de textiles que se derrumbó en la ciudad informó de 20 personas aún atrapadas dentro. Los funcionarios dijeron que algunos edificios estaban en llamas e instaron a los residentes a no fumar en la calle debido a los temores de una explosión de fugas de gas.

"Realmente fue un terremoto muy fuerte y muy duro", dijo el presidente Enrique Peña Nieto después de regresar de Oaxaca, donde había estado planeando recorrer áreas afectadas por el terremoto del 7 de septiembre. "Las primeras imágenes que he visto son edificios derrumbados y graves daños. . . por el momento, tenemos una emergencia en la Ciudad de México ".

Las imágenes en las redes sociales mostraban vistas de la ciudad ponchadas por nubes de polvo y humo mientras los edificios se derrumbaban.

Francisco de la Isla, profesor universitario, se encontraba en el campus del sur de la Ciudad de México de la Universidad Tec de Monterrey cuando el terremoto golpeó. Informó a personas muertas y atrapadas bajo los escombros.

"Fui el último en cruzar una pasarela elevada cuando una brecha en ella comenzó a abrirse. Salté y se derrumbó ", dijo.