Viernes 26 de abril 2024 | Contáctenos
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, derogó el domingo por la noche los cambios al sistema de seguridad social del país que desencadenaron disturbios que provocaron la muerte de al menos 26 personas desde el miércoles.
La revisión había buscado apuntalar el problemático sistema de seguridad social de Nicaragua con una combinación de beneficios reducidos y mayores impuestos. Grupos de derechos humanos dicen que al menos 26 personas han muerto en varios días de enfrentamientos. Docenas de tiendas en Managua, la capital, han sido saqueadas.
"Los incidentes de violencia que han sucedido son lamentables", dijo Ortega en un mensaje televisado el domingo por la noche, agregando: "No podemos permitir el caos, el crimen y el saqueo. No podemos permitir esto".
En un video granoso y nocturno, el periodista Angel Gahona, vestido con jeans y una camisa azul, sostiene un teléfono celular y narra mientras se acerca a la fachada del ayuntamiento en Bluefields, informando en vivo a través de Facebook sobre las protestas que han sacudido a la nación centroamericana cuatro días.
Segundos después, suena un disparo y Gahona se desploma sin vida al bordillo. Las voces gritan su nombre y alguien presiona un pedazo de tela en su cabeza para tratar de detener la corriente de sangre. Otra periodista de Bluefields, Ileana Lacayo, confirma que murió antes de llegar al hospital.
"Estamos en las calles pidiendo que Ortega y su esposa se vayan. Esto ya ha ido más allá del tema de la seguridad social. Aquí ha habido muertos, heridos y ni siquiera se disculpa por sus asesinatos o por la salvaje represión contra la gente, ", dijo Mauri Hernández, uno de los miles de manifestantes en una rotonda central.
Hubo más enfrentamientos en la Universidad Politécnica de Nicaragua, uno de los bastiones más fuertes de los manifestantes.
"Nos mantenemos firmes. No nos cansarán. Aquí daremos todo hasta que el gobierno entienda que no continuará haciendo lo que le plazca", dijo a The Associated Press Lombardo Ruiz Picado, un líder de los estudiantes que protestaban.
Por la mañana, las tropas del ejército fueron desplegadas en Estelí, una ciudad al norte de Managua que ha sido un foco principal de las manifestaciones, para ayudar a la policía a repeler a los manifestantes.
La Conferencia Católica Romana de Obispos en Nicaragua condenó la represión contra los manifestantes e instó al gobierno a escucharlos y abandonar los cambios en la seguridad social. "Una decisión unilateral siempre trae consigo inestabilidad social. Rectificar decisiones es una señal de humanidad, escuchar es el camino de la razón, buscar la paz a toda costa es sabiduría", dijo la conferencia en un comunicado.
Heather Nauert, portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Dijo: "El gobierno de los Estados Unidos lamenta la pérdida de vidas y lesiones sufridas en Nicaragua durante las protestas de sus ciudadanos. Condenamos la violencia y el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía y otros contra civiles que están ejerciendo su derecho constitucional a la libertad de expresión y reunión".
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