Jueves 18 de abril 2024 | Contáctenos
Las autoridades venezolanas dijeron el domingo que detuvieron a seis personas por las explosiones de drones el día anterior en una concentración liderada por el presidente Nicolás Maduro, mientras sus críticos advertían que el líder socialista utilizaría el incidente para reprimir a los adversarios.
Los sospechosos lanzaron dos drones cargados de explosivos en un mitin al aire libre que Maduro estaba celebrando en el centro de Caracas para conmemorar a la Guardia Nacional, dijo el ministro del Interior, Néstor Reverol. Uno fue "desviado" por las fuerzas de seguridad, mientras que el segundo cayó por sí solo y golpeó un edificio de apartamentos, dijo Reverol.
El ataque destaca los desafíos de Maduro para mantener el control sobre la nación de la OPEP, donde la escasez generalizada de alimentos y medicinas ha alimentado la indignación y la desesperación en todas partes, desde los barrios marginales de las laderas hasta los cuarteles militares.
"Estos actos terroristas representan una bofetada al deseo expreso del presidente de la República, Nicolás Maduro, de reconciliación nacional y diálogo", dijo Reverol en un comunicado leído en la televisión estatal.
La grabación de la televisión estatal mostró que Maduro se sobresaltó ante lo que parecía ser una explosión y las imágenes se enfocaron en soldados alineados en un bulevar que, de forma caótica, rompieron filas en lo que parecía ser una reacción a una segunda explosión.
Más tarde, el presidente describió el ataque, que hirió a siete soldados, como un intento de asesinato.
Uno de los sospechosos tenía una orden de arresto pendiente por su participación en un ataque de 2017 a una base militar que mató a dos personas, dijo Reverol, un incidente que siguió a cuatro meses de protestas contra el gobierno.
Un segundo sospechoso había sido detenido durante una ola de protestas contra Maduro en 2014, pero había sido liberado a través de "beneficios de procedimiento", dijo Reverol, sin ofrecer detalles.
Él no nombró a los sospechosos.
Los arrestos sugieren que el ataque fue menos un levantamiento militar que un asalto liderado por grupos vinculados a manifestantes callejeros anti Maduro, apodado "La Resistencia", que han liderado dos oleadas de manifestaciones violentas que dejaron cientos de muertos.
Eso es consistente con el oscuro grupo que se atribuyó la responsabilidad del ataque, el Movimiento Nacional de Soldados en Camisetas, cuyo sitio web dice que fue creado en 2014 para reunir a diferentes grupos de manifestantes.
Los críticos de la oposición acusan a Maduro de fabricar o exagerar incidentes de seguridad para distraer de la hiperinflación y la escasez de productos al estilo soviético.
Leopoldo López, ex alcalde del distrito de Chacao en Caracas, por ejemplo, se encuentra bajo arresto domiciliario por su papel en las protestas callejeras de 2014 que Maduro describió como un intento de golpe de Estado, pero sus adversarios insistieron en que eran una forma de libre expresión.
"Advertimos que el gobierno está aprovechando este incidente (...) para criminalizar a quienes legítima y democráticamente se oponen a él y profundizar la represión y las violaciones sistemáticas de los derechos humanos", escribió la coalición opositora Broad Front en un comunicado publicado en Twitter.
Los aliados de Maduro afirman que la oposición tiene una historia de participación en conspiraciones militares, sobre todo en el golpe de estado de 2002 que derrocó por un momento al líder socialista Hugo Chávez.
"No tengo dudas de que todo apunta a la derecha, la ultraderecha venezolana", dijo Maduro el sábado por la noche. "¡Castigo máximo! Y no habrá perdón".
Maduro, quien culpa a los problemas del país de una "guerra económica" liderada por adversarios, durante el curso de su gobierno de cinco años a menudo ha anunciado haber frustrado conspiraciones militares en su contra que, según dice, están respaldadas por Washington.
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