Las llamas dieron cuenta del Museo Nacional de Río de Janeiro

 
Las llamadas volatilizaron colecciones de un valor incalculable

El más antiguo museo del Brasil ha sido consumido por el fuego. Se cree que gran parte de los 20 millones de artículos del archivo han sido destruidos por la avasalladora presencia del fuego.

El incendio comenzó de pronto este domingo 2 de septiembre, luego de que las instalaciones de este museo bicentenario habían sido cerradas para el público. Por el momento no se sabe cómo el incendio se inició.

Y no se han reportado víctimas como consecuencia de esta catástrofe nacional que ha causado una perdida incalculable a la ciencia, a la historia y a la cultura del coloso de América del sur.

Con el voraz incendio, para empezar, se pierde el más grande museo de historia natural de la Latinoamérica. Las llamas, ya se sabe, han dado cuenta de colecciones completas de 100 años de antigüedad.  

Con el incendio es probable que hayan partido colecciones que trajo consigo Dom Pedro I, el príncipe regente de Portugal que declaró la independencia de Brasil en 1822. Al igual que piezas grecorromanas, el esqueleto de Luzia de 12 mil años de antigüedad y fósiles de dinosaurios, así como un meteorito hallado en 1784. Y si bien algo del archive estaba almacenado en otro edificio, se cree que gran parte de las colecciones han sido destruidas.

Salta hoy a la vista que el mantenimiento de las instalaciones del museo, parte de la Universidad Federal de Río de Janeiro, no había mantenido el paso del deterioro de las instalaciones. Al punto que se escuchan voces que responsabilizan a los gobiernos por haber abandonado al museo y dejar que sus instalaciones se deterioren. Y que recuerdan que en el curso del mes de junio de este año, cuando el museo celebró su bicentenario, ningún ministro de Estado se hizo presente.

Por su parte, el presidente Michel Temer, defensor de la reducción de gastos para la educación y la ciencia, habla de perdidas “incalculables”. “Hoy es un día trágico para la museología del país”, dice el primer mandatario de Brasil. “Doscientos años de trabajos de investigación y conocimiento se han perdido”, añadió. No cabe duda que el incendio de Río de Janeiro