Viernes 26 de abril 2024 | Contáctenos
No habrá más Ministerio de Trabajo en el Brasil. La cartera desaparecerá en el gobierno de Jair Bolsonaro que se inicia el 1 de enero de 2019. Sus atribuciones serán repartidas entre tres carteras, señaló el futuro jefe de gabinete, Onyx Lorenzoni, quien está a cargo de la transición.
"El Ministerio de Trabajo pasa a incorporarse en gran parte al Ministerio de Justicia”, precisó Lorenzoni en el marco de una conferencia de prensa, antes de añadir que “Otra parte va a estar dentro de Economía, bajo el mando de (el superministro) Paulo Guedes, (...) y una parte más pequeña va estar dentro de Ciudadanía".
El futuro encargado de la Casa Civil señaló asimismo que los detalles de la manera cómo se repartirán las atribuciones del ministerio de Trabajo están siendo precisados y ajustados por el equipo de transición.
Como se sabe, Jair Bolsonaro, que asumirá el mando supremo el próximo 1 de enero, en el marco de sus planes para reducir el número de ministerios durante su mandato, anunció la desaparición de esta cartera a principios de noviembre.
La decisión, como era de esperar, suscita protestas del Ministerio de Trabajo y las centrales sindicales. Declaraciones del presidente electo hicieron pensar que esto cambiaría, pero no, el ministerio de Trabajo finalmente desaparecerá.
El actual titular de la cartera, Caio Vieria de Mello, ha dicho que "desmembrar" el ministerio de Trabajo constituye una afrenta contra la Constitución. "Disolver las atribuciones del Ministerio de Trabajo entre varias carteras, sin la adopción de medidas de compensación democrática, retiraría uno de los escenarios en los que se promueve la interlocución entre trabajador, empleadores y Estado regulador, esencial para garantizar el equilibrio de las relaciones de trabajo", ha sostenido.
Por su parte, Vagner Freitas, presidente de la Central Única de los Trabajadores (CUT), afín al izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), señaló que la desaparición del Ministerio de Trabajo, en un país con 13 millones de desempleados y un 43% de trabajo informal, constituye "una falta de respeto a la clase trabajadora y un servicio a los patronos".
"Es un gobierno absolutamente organizado para tener en cuenta los intereses de los ricos, de los bancos, del agronegocio", agregó.
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