Martín Vizcarra: retroceso popular

Como sostuvimos en columnas pasadas, la popularidad del presidente Martín Vizcarra sufrirá un retroceso a medida que avance su gobierno. La última encuesta urbano-rural de Ipsos nos da razón. El sondeo revela un descenso de cinco puntos porcentuales en la popularidad del mandatario. Según la encuesta, la popularidad del mandatario cayó a mediados de febrero a 58%, cinco puntos porcentuales menos en relación a lo que arrojó el sondeo del pasado mes de enero (63%). La tasa de desaprobación, no está demás señalar, aumento seis puntos porcentuales y alcanzó el 32%. El porcentaje de desaprobación de nuestro primer mandatario fue más alto en el norte (los retardos en la reconstrucción le pasan la factura) y en el sur de nuestro territorio. En el caso de las regiones del norte, la desaprobación de Martín Vizcarra aumentó ocho puntos porcentuales, pasó del 26%, en enero, a 34% en este segundo mes de 2019; mientras que en el sur, la desaprobación dio un salto de 13 puntos porcentuales. Del 29% en enero pasó a 42%. He ahí los guarismos, cifras que reflejan el humor del pueblo.

Estas cifras deben ocasionarle un dolor de cabeza al presidente Martín Vizcarra, quien, conviene señalar, no tiene que ofrecer. Se le han acabado los argumentos. El referéndum de diciembre, el pulso con el Congreso de la República, los avatares políticos y legales de Keiko Fujimori, la lucha anticorrupción en todas las plazas del país, le han dejado los márgenes de maniobra necesarios para actuar. En buena cuenta, Martín Vizcarra se salió con la suya. Nadie los molesta, no tiene ante sí obstrucción alguna.  Pero como dijimos en su momento, Martín Vizcarra es un gobernante que responde a los requerimientos de las galerías. A la hora de los hechos, nada. La lucha anticorrupción le ha resultado un verdadero boomerang; la información referente al llamado “club de la construcción” y demás contratos que favorecieron a las empresas que aportaron fondos en la campaña presidencial de Pedro Pablo Kuczynski PK, en la que el ahora presidente Martín Vizcarra estaba a cargo, es la prueba. Si a eso le sumamos el controvertido acuerdo alcanzado en Brasil con la constructora brasilera Odebrecht; un trato logrado a cambio de información concerniente a tan solo algunas obras; eso sí, no a las obras emblemáticas y, menos aún, a la de los amigos del presidente.

Así las cosas, después de varias semanas, reapareció el premier Cesar Villanueva, quien al referirse a la manera de encarar el Fenómeno del Niño dijo lo siguiente: “Estamos con la idea de que en algún momento (el Perú)  lo va a estar. En estos momentos, todavía el Perú no está preparado”. Desafortunadas declaraciones que, no obstante, tienen el mérito de hacernos saber la respuesta a las interrogantes que nos enrostra el paso de tortuga con el que avanza la tarea de reconstrucción en el norte del país. Además de permitirnos preguntar para que estos señores, cuya falta de liderazgo es patente, han incursionado en la política. ¿Para qué han asumido puestos ejecutivos de más alto nivel si a la hora de la verdad no son capaces de hacer algo por sus compatriotas? Hacer política no se resume a tener una cuenta en las redes sociales y captar miles de seguidores, o tomarse fotografías a cada momento y salir en los periódicos y la televisión: no señor César Villanueva, entrar en política es sacrificio, dormir pocas horas, caminar y viajar por el país, dejar el escritorio y el champan, además de liderar equipos con miras a lograr las metas previstas. Un político tiene que liderar y no solo  quejarse. Es hora que usted se vaya a su casa; en buena cuenta, a descansar.

Señor Martín Vizcarra, es hora de un cambio de timón en el Gabinete. No pierda un día más. Cambio en la cabeza y cambios en la composición del mismo; muchos ministros no están a la altura en la conducción de sus carteras. Este gobierno cuyos congresistas oficialistas no sabemos quiénes son, necesita otro Primer Ministro. Uno más político, alguien que sepa conducir de manera más ejecutiva y,  sobre todo, política, reiteramos, al equipo ministerial.