Cruda realidad

Mg Jorge Luís Martínez

Como hemos sostenido desde fines del año pasado, después del referéndum el señor Vizcarra se ha ido dando contra el muro de propia incapacidad para gobernar. Las encuestas le pasan la factura. Y todo permite presagiar que como hombre que no lee ni escucha lo que dicen sus adversarios lo más probable es que caiga presa de la desesperación junto con sus áulicos e intente de cualquier manera de revertir esta situación. Esa es la cruda realidad.

De acuerdo al último sondeo del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), el señor Martín Vizcarra, de haber tenido una cota de aprobación del 56 por ciento en el mes de febrero, perdió 12 puntos en el mes de marzo, pasando a tener tan solo un 44 por ciento de aprobación. Mientras que su cota de desaprobación sumo 11 puntos porcentuales y alcanzó el 43 por ciento. La preocupación debe haber empezado a cundir en los campos del oficialismo peruano.

Todo parece indicar que el peruano de a pie ya no cree el estribillo de la “lucha contra la corrupción” del señor Martín Vizcarra. Los peruanos ya saben que el señor Martín Vizcarra estuvo involucrado en el mal accionar de las constructoras investigadas por corrupción y que su llamada lucha contra la corrupción es una farsa. Es por eso que su aprobación esta en picada; el pueblo se ha dado cuenta que han sido engañados una vez más en medio de una coyuntura signada por la caída del empleo, una mediocre expectativa de crecimiento y la incertidumbre suscitada por el problema de Las Bambas.

Promesas como las que consisten en decir “Estamos trabajando intensamente para mejorar los servicios del Estado. Por eso, hace algunos días me comprometí con la puesta en servicio de un centro de salud u hospital por semana. Hemos visto con la ministra de Salud (Silvia Pessah) la relación de infraestructura que estamos trabajando y son entre 60 y 80 nosocomios que vamos a entregar el próximo año 2019, es más de uno por semana”, no producen más los resultados en términos de encuestas. La gente se ha dado cuenta de la irresponsabilidad del jefe de Estado. No puede con la reconstrucción del norte, qué más se puede esperar de él.

Como si fuera poco, ha trascendido que los gastos por consultorías este 2019 ascenderán a 1,650 millones de soles. ¡Qué tal derroche de dinero público! ¿Acaso no existen profesionales en el aparato del Estado? ¿No hay abogados, ingenieros, economistas al interior del aparato público que puedan realizar esos trabajos? Esto atiza el resentimiento en la población peruana y hace crecer el rechazo a la clase política justamente. Mientras, vemos por la televisión como niños tienen que cruzar un rio en tinas a fin de llegar a su colegio. Es la cruda realidad.

El premier Del Solar se ha presentado ante el Congreso para solicitar el voto de confianza. Más que seguro, el primer poder del Estado se lo otorgará. Quedan 28 meses de gestión, ojalá durante el tiempo que queda, el premier deje encaminada la reconstrucción en el norte, construya hospitales; que se coloque el casco y vista chaleco y supervise la infraestructura hospitalaria y educativa que necesita el país. Y sobre todo, que construya puentes de dialogo con la oposición política. Una vez más: la hora del enfrentamiento debe terminar, a nada bueno nos ha llevado. Los resultados saltan a los ojos. Esa es la triste realidad.