China quiere crear un paisaje tecnológico donde los Estados Unidos ya no puedan dañarlo

Los mercados mundiales se han concentrado en la reanudación de las conversaciones comerciales entre los Estados Unidos y China después del encuentro del presidente Donald Trump y el presidente Xi Jinping el fin de semana, pero los analistas dicen que China ya se está adaptando al cambiante panorama comercial y al comercio (y en particular, a los mercados tecnológicos).  Las relaciones nunca volverán a ser las mismas.

Reunidos al margen de la cumbre del Grupo de los 20 (G-20) en Japón este fin de semana, Trump y Xi acordaron reanudar las conversaciones comerciales estancadas y se comprometieron a suspender los nuevos aranceles sobre las importaciones de cada uno. Como era de esperar, y quizás miope, los mercados financieros aumentaron el lunes.

Aunque no hubo más detalles sobre un posible acuerdo comercial, Trump sugirió que podría reducir las restricciones a las exportaciones de tecnología de los Estados Unidos al gigante tecnológico chino Huawei, con advertencias, aunque la compañía había sido descrita como un riesgo de seguridad nacional.

"El posible alivio parcial de las restricciones de Estados Unidos a las exportaciones a Huawei representa un poco más de desescalada de lo esperado, aunque los detalles siguen sin estar claros", dijo el equipo de investigación económica de Goldman Sachs en una nota esta semana en respuesta a la reunión de Trump-Xi.

Los observadores cercanos de la guerra comercial, y en particular su impacto en el entorno tecnológico, han dicho que pase lo que pase en las conversaciones, las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China cambiarán y, para peor, empeorarán.

"Todos estarán contentos de que las negociaciones vuelvan a comenzar", dijo Hans-Paul Burkner, presidente de Boston Consulting Group, a CNBC en el Foro Económico Mundial en Dalian, China, el lunes. "Pero claramente hay que esperar que las fricciones continuarán, y las empresas tendrán que diversificar las cadenas de suministro y tendrán que replantearse la manera de distribuir realmente su cartera en todo el mundo para ser menos vulnerables".

Predijo que veremos un "movimiento significativo" de producción desde China a otras partes del mundo por parte de compañías tanto chinas como internacionales. También predijo la posibilidad de una era de "dos mundos tecnológicos" si las empresas chinas y estadounidenses de tecnología terminan una era de suministro mutuo y costumbre.

"Lo ideal es mantener un campo de juego nivelado y poder trabajar entre nosotros y competir entre nosotros en todo el mundo. Pero existe la posibilidad de que realmente tengamos dos mundos tecnológicos, uno chino y uno estadounidense, con suerte no llegará a eso, pero no es imposible".

La guerra comercial de 18 meses entre los Estados Unidos y China ha sido considerada como una batalla por la tecnología. De hecho, un motivo que define a Trump es lo que él considera prácticas comerciales desleales y el robo de la propiedad intelectual estadounidense. Sin embargo, las restricciones impuestas a las ventas de tecnología de Estados Unidos a empresas chinas ayudan a China a forzarla a progresar en sus propias innovaciones.