Las conversaciones entre la oposición venezolana y el gobierno para resolver la crisis política del país se reanudarán esta semana en Barbados.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega, que ha actuado como mediador, dijo que las dos partes se reunirían "para avanzar en la búsqueda de una solución negociada y constitucional".
Las dos partes han estado involucradas en una amarga lucha de poder desde enero. Las conversaciones preliminares celebradas en mayo en Oslo se agotaron sin un acuerdo.
Hasta el momento, apenas han surgido detalles. Ni la fecha exacta ni quiénes asistirán ha sido anunciada.
Juan Guaidó, el jefe de la Asamblea Nacional controlada por la oposición, presentó el objetivo de la oposición en Twitter. La declaración dijo que el objetivo era "negociar una salida de la dictadura".
La hoja de ruta que propone la oposición consta de tres puntos:
- El fin de la "usurpación del poder" por parte del gobierno del presidente Nicolás Maduro
- Un gobierno de transición
- Elecciones libres vigiladas por observadores internacionales.
El ministro de comunicaciones del gobierno, Jorge Rodríguez, también tuiteó, y dijo que estaba orando por los esfuerzos del gobierno "para consolidar la paz y el entendimiento nacional para dar frutos".
El Sr. Guaidó y el Presidente Maduro han estado en desacuerdo desde enero, cuando el primero invocó la constitución y se declaró presidente interino, argumentando que las elecciones que habían devuelto al Sr. Maduro al poder para un segundo mandato en 2018 no fueron libres y justas.
Desde entonces, más de 50 países, incluidos los Estados Unidos y la mayoría de las naciones de América Latina, han reconocido al Sr. Guaidó como el líder legítimo de Venezuela.
Pero el ejército de Venezuela, una fuerza poderosa en el país, y aliados influyentes como China y Rusia se han quedado con el señor Maduro.
El intento del Sr. Guaidó de conseguir que el ejército cambiara su lealtad hacia él, el país sigue en el limbo con ambos hombres que afirman ser el presidente legítimo.
Mientras tanto, una grave crisis económica se ha agravado y la escasez de alimentos y medicamentos se ha agudizado aún más. Las cifras de las Naciones Unidas sugieren que cuatro millones de personas han huido del país desde 2015.
El gobierno culpa a las sanciones de Estados Unidos por la escasez, pero la oposición dice que se trata de años de mala gestión.