Viernes 26 de abril 2024 | Contáctenos
Un instituto gubernamental en desacuerdo con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, calificó el aumento masivo como un "gran revés". Las políticas pro-agroindustriales de la administración de derecha son las culpables, afirma la agencia.
La deforestación en la Amazonía brasileña ha aumentado a niveles récord según los nuevos datos oficiales publicados el martes.
Las cifras del Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE) muestran que las autoridades brasileñas eliminaron 2.254 kilómetros cuadrados de selva tropical en julio de 2019, lo que representa un aumento del 278% en el mes de 2018. Las cifras son las más altas registradas desde que el INPE comenzó a recopilar datos en 2014.
Los gobiernos de todo el mundo han condenado a Bolsonaro por debilitar cada vez más la protección ambiental de la Amazonía.
Malu Ribeiro, coordinador del proyecto en la organización sin fines de lucro SOS Mata Atlantica, que se centra en los bosques en peligro de extinción en Brasil, calificó las revelaciones como un "revés muy serio".
"Están tratando de implementar con fuerza una agenda de deconstrucción, de desregulación, con total falta de respeto por las instituciones o la ciencia", agregó Ribeiro.
Alrededor del 60% de la selva amazónica se encuentra en Brasil: se estima que el área absorbe alrededor de dos mil millones de toneladas de dióxido de carbono al año, liberando aproximadamente una quinta parte del oxígeno de la Tierra.
El presidente brasileño de derecha, Bolsonaro, ha criticado repetidamente el trabajo del INPE y recientemente despidió al presidente de la agencia, Ricardo Galvao, a principios de agosto. Antes de sacarlo de su puesto, Bolsonaro había dicho que Galvao estaba "al servicio de algunas ONG".
El presidente brasileño también alegó que la institución publicó cifras "absurdas" y manipuló hechos reales para implicar al gobierno en nuevas críticas. Galvao ha negado rotundamente la manipulación de estadísticas y ha recibido el respaldo de científicos y académicos desde su despido.
El sistema DETER, que utiliza imágenes satelitales para monitorear la deforestación en Brasil para el INPE, ha estado en uso desde 2004.
Durante la campaña, Bolsonaro se había comprometido a ayudar a las comunidades mineras y agrícolas a expandir su uso de la tierra en áreas como la selva amazónica. Esto le consiguió el apoyo del poderoso lobby agrícola en Brasil.
Sus políticas hasta ahora sugieren que puede estar cumpliendo sus promesas, y recientemente recibió críticas por el uso de pesticidas en Brasil.
La organización de campaña ambiental Greenpeace publicó un informe en junio, que decía que Brasil había registrado más de 1.200 pesticidas para su uso en el país, incluidos algunos que están prohibidos en la Unión Europea.
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