Sábado 20 de abril 2024 | Contáctenos
Los temores de un regreso al populismo en Argentina se intensificaron el domingo después de que Alberto Fernández, el candidato peronista de la oposición, ganó las elecciones primarias a nivel nacional por un margen mucho más amplio de lo esperado, dando un duro golpe a Mauricio Macri, favorable al mercado, dos meses antes de las elecciones presidenciales.
Mientras los argentinos continúan sufriendo las consecuencias causadas por una crisis monetaria el año pasado, Fernández, cuyo compañero de fórmula es la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, recibió el 47 por ciento de los votos, con alrededor del 60 por ciento de los votos contados en todo el país. Eso se compara con solo el 32.7 por ciento del presidente Macri, mientras que el ex ministro de economía Roberto Lavagna estaba en tercer lugar con el 8.5 por ciento.
Casi todas las encuestas de opinión habían pronosticado un resultado mucho más cercano entre los dos principales candidatos en las primarias, que son una prueba de sentimiento preelectoral a nivel nacional.
Con la mayoría de los inversores asumiendo un resultado mucho mejor para el gobierno Macri favorable al mercado, ahora hay temores de una venta masiva de bonos en la apertura del mercado el lunes y una volatilidad monetaria renovada que podría socavar aún más las perspectivas de reelección de Macri al impulsar la inflación y poniendo fin a la estabilidad económica que se recuperó en los últimos meses.
"Los mercados van a reaccionar mal", dijo Ignacio Labaqui, analista de Medley Global Advisors, y señaló que Fernández estaba al alcance de una victoria de primera ronda en las elecciones presidenciales que se celebrarán el 27 de octubre.
Se requiere un mínimo del 45 por ciento de los votos para asegurar una victoria absoluta. Si ningún candidato gana directamente en la primera ronda, que también se puede lograr con al menos el 40 por ciento de los votos y una ventaja de 10 puntos sobre el segundo lugar, entonces se realizará una segunda vuelta en noviembre, aunque tal escenario ahora parece menos probable.
“Esta ha sido una mala elección. Debemos redoblar nuestros esfuerzos mañana para que en octubre podamos continuar con nuestro proyecto para el cambio”, dijo Macri a abatidos partidarios el domingo por la noche después de su primera derrota electoral desde que se volvió hacia la política hace casi dos décadas. "Octubre quizás podría definir los próximos 30 años para Argentina", agregó.
Los partidarios del gobierno señalan que en las elecciones de 2015, el candidato peronista Daniel Scioli lideró a Macri en alrededor de ocho puntos en las elecciones primarias, y esa brecha se redujo a solo tres puntos en la primera ronda. Como ningún candidato ganó directamente, se realizó una segunda vuelta entre los dos principales candidatos, que Macri ganó por casi 3 puntos.
El domingo por la noche, hubo escenas de júbilo entre los partidarios peronistas de Buenos Aires, y se escucharon cánticos de "Vamos a volver" en toda la ciudad.
“Vamos a crear una nueva Argentina. En esa Argentina, hay espacio para todos. Terminado es el concepto de venganza, división”, dijo Fernández en una reunión jubilosa de partidarios, refiriéndose al alto grado de polarización en la sociedad argentina.
"Nunca estuvimos locos en el gobierno", agregó, refiriéndose al período comprendido entre 2003 y 2015, cuando Argentina se convirtió en un paria en los mercados internacionales bajo el mando de Fernández y su esposo y predecesor Néstor Kirchner. Fernández se desempeñó como jefe de gabinete en ambas administraciones de 2003 a 2008.
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