Pandillas criminales están detrás de la destrucción de la Amazonía brasileña

Los delincuentes, la violencia y la actividad ilegal impulsan la deforestación en la Amazonía brasileña, según un nuevo informe. Este es un brutal recordatorio de que las personas que incendian la selva amazónica lo harán a toda costa, incluso la vida humana.

Human Rights Watch publicó el martes el informe de 165 páginas "Las mafias de la selva tropical: cómo la violencia y la impunidad alimentan la deforestación en la Amazonía brasileña", que describe las formas en que las pandillas que exhiben este comportamiento ilegal y criminal no solo amenazan a la selva tropical más grande del mundo sino también a las personas que viven en ella y a su alrededor.

La destrucción en el Amazonas ha dominado los titulares internacionales durante semanas a medida que los incendios forestales se hicieron tan severos que São Paulo, Brasil, se oscureció a mediados del día del mes pasado. Como muestran los datos del Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil, más de 123,000 incendios se han quemado en el país en lo que va del año, un aumento del 52 por ciento en comparación con el año pasado.

Los delincuentes talan árboles en el Amazonas y queman el resto para ayudar a dejar espacio para pastos de ganado o tierras de cultivo. The Guardian informó el martes que Marfrig, un proveedor brasileño de carne para compañías como McDonald’s y Burger King, obtuvo carne de un agricultor que utilizó tierras deforestadas. Y las personas que corren mayor riesgo cuando se queman estos incendios son las tribus indígenas que viven y dependen de la selva tropical para sobrevivir. Muchos han equiparado estos incendios intencionales al genocidio. Casualmente, los indígenas amazónicos entregaron una carta al Congreso el martes exigiendo que los líderes estadounidenses tomen medidas para proteger su hogar en llamas y sus vidas en peligro de extinción.

Ahora, este último informe destaca cuán implacables pueden ser los individuos detrás de esta deforestación masiva, especialmente bajo el presidente brasileño Jair Bolsonaro, cuyos ideales de extrema derecha sobre la privatización del bosque han envalentonado a estos criminales. Amnistía Internacional publicó un informe similar a principios de este año, y sus hallazgos se alinearon con Human Rights Watch: el número de amenazas de muerte está aumentando bajo Bolsonaro, y la amenaza para el bosque y sus habitantes es real.

Human Rights Watch entrevistó a más de 170 personas para llegar a sus conclusiones, incluidos 60 miembros de comunidades indígenas y residentes locales en los estados de Maranhão, Pará y Rondônia. Los investigadores del informe también lograron hablar con docenas de funcionarios gubernamentales no identificados que acordaron que la retórica racista de Bolsonaro está influyendo en el comportamiento de los madereros. Muchos asesinatos, ataques y amenazas de muerte pasan sin investigación o arresto.

"Esta falta de rendición de cuentas se debe en gran parte a que la policía no realizó investigaciones adecuadas sobre los crímenes, de acuerdo con fiscales federales y estatales, y funcionarios ambientales", señala el informe.

Sin embargo, el informe también es claro, que estos peligros se remontan mucho antes de que Bolsonaro gobernara Brasil. Esta red criminal ha existido durante años, resultando en al menos 28 muertes que Human Rights Watch pudo confirmar, la mayoría de las cuales ocurrieron en los últimos cinco años, incluido un sargento de policía estatal y un líder indígena en 2017. Justo a principios de este mes, un veterano indígena defensor ambiental fue asesinado en Brasil. Los defensores del medio ambiente en todo el mundo sufren tasas increíbles de asesinatos: al menos 684 han sido asesinados en todo el mundo en los últimos 15 años, según el estudio de Nature Sustainability publicado este año.

Estos últimos hallazgos de Human Rights Watch no son necesariamente sorprendentes; Sabemos que los activistas ambientales están muriendo sin justicia. Pero este informe ofrece más evidencia de que Amazon está bajo amenaza y nos dice quién es el responsable. E insta al gobierno brasileño a aumentar las protecciones para las personas que viven allí.