Martes 16 de abril 2024 | Contáctenos
Los socialistas gobernantes de Portugal ganaron las elecciones parlamentarias del domingo, pero no alcanzaron una mayoría absoluta, lo que significa que el primer ministro Antonio Costa tendrá que negociar un nuevo acuerdo con uno o ambos de sus aliados de extrema izquierda en la legislatura anterior.
Hace unas semanas, las encuestas de opinión mostraron que Costa, con calificaciones impulsadas por una economía fuerte, estaba al alcance de la mayoría. Pero la brecha se redujo, dejando a su partido socialista (PS) más fuerte que en las elecciones de 2015 pero aún necesitando aliados.
"Está claro a partir de estas elecciones que el PS se refuerza y los partidos aliados consolidaron sus posiciones", dijo Costa, sonriendo ampliamente, y dijo a sus seguidores: "¡Victoria! ¡Victoria!".
"Dado que no tenemos una mayoría sola, tenemos que encontrar soluciones que garanticen la estabilidad durante los próximos cuatro años", dijo.
Costa dijo que a los votantes les gustó el acuerdo de 2015 que vio al Bloque de Izquierda y a los comunistas respaldar inesperadamente a sus socialistas para dejar a la derecha, y que quería que continuara, y agregó que también tenía la intención de negociar con el advenedizo Pueblo-Animales-Naturaleza partido.
Con la mayoría de los votos contados, los socialistas lideraron con 106 escaños. Eso los colocó en primer lugar, pero con solo cuatro asientos aún no contabilizados, no pueden alcanzar la mayoría de 116 asientos en el conjunto de 230 asientos.
Los socialistas aumentaron sustancialmente su puntaje de sus 86 legisladores en 2015.
El gobierno minoritario de Costa recibió elogios de Bruselas y de su país por combinar la disciplina fiscal con medidas para promover el crecimiento después de la recesión y la austeridad de la crisis de deuda de Portugal en 2010-14.
Les dijo a sus seguidores que continuaría recortando el déficit presupuestario y la deuda. Pero eso podría ser complicado por las demandas de sus potenciales aliados.
"Estas negociaciones podrían ser más complejas que hace cuatro años cuando el pacto de la izquierda se consolidó por su objetivo común de desbancar a la derecha", dijo el politólogo Antonio Costa Pinto.
"Ahora la izquierda en su conjunto se ha reforzado... Obviamente probarán los límites presupuestarios y las proyecciones económicas para los próximos años", dijo Costa Pinto, esperando que las negociaciones demoren algunas semanas, ahora con más participantes.
Es probable que el presidente Marcelo Rebelo de Souza exija garantías de las partes de que la solución será duradera.
En cualquier caso, no se espera que las negociaciones sean tan desordenadas o tan largas como en la vecina España, que todavía no tiene un gobierno más de cinco meses después de las elecciones y se dirige a una nueva votación en noviembre.
En 2015, Costa tardó menos de dos meses en llegar a un acuerdo con aliados izquierdistas y tomar juramento como primer ministro.
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