Bolivia: Morales baja en las encuestas a pocos días de las elecciones

Las fuertes lluvias casi han extinguido los devastadores incendios forestales que arrasaron los bosques secos del este de Bolivia durante casi dos meses. Pero, a medida que se acercan las elecciones nacionales, las recriminaciones sobre los incendios han aumentado las tensiones en la región ya políticamente volátil.

Según las cifras del gobierno del departamento de Santa Cruz, más de 4 millones de hectáreas (9,9 millones de acres) de bosques y tierras de cultivo, un área casi del tamaño de Suiza, han sido devastadas por los incendios.

Otros 1.3 millones de hectáreas fueron destruidas en el norte del departamento de Beni. Siete bomberos murieron y 10.000 familias fueron obligadas a abandonar sus hogares.

Carmiña Aguilera, una trabajadora administrativa de 40 años, se encontró en la primera línea de la batalla contra las llamas después de que se ofreció como voluntaria para proporcionar alimentos y suministros a las comunidades afectadas.

"Nací para eso", dijo, hablando por teléfono desde Concepción, a 175 millas (280 km) al norte de Santa Cruz, la capital regional. "No necesitaba ninguna presentación, simplemente me puse la mochila del extintor y comencé a matar los incendios. Entré cuatro veces, me sentí bien".

Aguilera dice que siempre quiso ser bombero, pero que se había desanimado por las limitaciones de entrenamiento y tiempo que se derivan de ser madre de tres hijos. Después de su bautismo literal de fuego, se convirtió en bombero forestal certificada el 25 de septiembre.

Gracias al trabajo de más de 1,000 bomberos voluntarios como Aguilera, las poblaciones rurales ahora pueden comenzar a evaluar el daño hecho.

El impacto en el ecosistema ha sido catastrófico. Se estima que más de 2 millones de animales fueron asesinados y enormes extensiones de bosque se convirtieron en cenizas.

"El bosque seco de la Chiquitania es un ecosistema único, algunos de los árboles tienen más de 200 años", dijo Aguilera. "Tomará muchos años recuperar lo que se perdió".

El gobierno dice que en los próximos días enviará equipos de zoólogos y botánicos para estudiar las áreas afectadas, y sus informes se recibirán en noviembre.

Pero los incendios han concentrado la ira pública en el presidente Evo Morales, que busca su cuarto mandato consecutivo en las elecciones del 20 de octubre. Las encuestas sugieren que puede verse obligado a una segunda vuelta.

A principios de este mes, cientos de miles de personas se unieron a una protesta masiva en Santa Cruz por lo que dijeron que era una respuesta lenta al incendio. Los oradores responsabilizaron a Morales por la destrucción debido a sus decretos que promueven la agricultura de tala y quema en áreas forestales.

Morales necesitaría el 40% de los votos en todo el país y un margen de 10 puntos para una victoria en la primera ronda, pero las encuestas publicadas el jueves lo mostraron con solo el 36.2% de los votos, detrás de su principal rival, el ex presidente Carlos Mesa.

"Hace un par de meses parecía que Morales estaba listo para una victoria de primera ronda, pero su manejo de los incendios lo ha visto perder apoyo", dijo Raúl Peñaranda, analista político. "Los incendios también han causado una mayor tensión y polarización en la sociedad boliviana".